Un empleado que trabaja en un establecimiento rural de Oliveros llamó a la policía tras sentir ruidos provenientes de un galpón y cuando llegaron los uniformados, divisaron varios pollos sin vida y a dos personas dándose a la fuga. Una fue aprehendida.
Todo ocurrió por la medianoche en un establecimiento ubicado a la altura del kilómetro 360 de la Ruta Nacional 11. Un joven de 29 años que trabaja en el lugar llamó a la policía tras sentir ruidos en la parte externa de uno de los galpones con pollos.
Al arribar los uniformados, constataron varios pollos sin vida dispersos por el campo y lograron divisar a dos personas dándose a la fuga, procediendo a la aprehensión de uno de ellos.
Se trata de un sujeto de 39 años domiciliado en Oliveros que fue identificado por la policía y posteriormente trasladado a la comisaría local. Se puso en conocimiento al fiscal en turno Dr. Balbis y en horas de la mañana de este viernes, recuperó la libertad.