Los jovenes oliverenses, Agustina Vega y Joaquin Frutos, se mudaron a Brasil hace poco más de un año. Este martes fueron parte del triunfo del seleccionado Argentino que quedó opacado por la violencia previa al partido: El rol de la policía, el operativo del Maracaná, la opinión de los locales y cómo vivieron el encuentro con la casaca albiceleste en medio de la marea carioca.
En diálogo con IRE, contaron lo vivido este martes a la noche en el estadio de Brasil donde Argentina se quedó con el partido 1 a 0, pero previo al cotejo la violencia opacó la fiesta deportiva: “Nosotros estábamos en la tribuna de en frente y pudimos ver todo. Arrancó cuando empezó el himno de Argentina, empezaron a silbar y se empezaron a gritar, ya empezó el himno de Brasil inició la pelea”.
La imagen era increíble, y el desenlace inesperado: “Le empezaron a tirar con nuntacas los Brasileros a los Argentinos, ahí entró la policía militar y les empezó a pegar directamente a los Argentinos sin ver qué estaba pasando, sin saber quien había empezado. La verdad que muy muy triste”, relató Agustina.
Y para completar el contexto de suma violencia, reforzó: “Los Argentinos pedían por favor que paren, que ya estaba, que ya se habían calmado y mismo así seguían pegando y pegando”.
Lejos quedó para entonces la alegría de vivir el clásico de américa latina: “Vimos mucha gente golpeada, muchos niños asustados, había embarazadas, terrible. Después hicieron una barrera con seguridad en toda la zona de los Argentinos y estuvo todo el partido con esa barrera pero igualmente cambió el clima que había, se sintió mucha tensión”.
Lo más cuestionado fue sin dudas la organización del operativo, y sobre todo el accionar de las fuerzas de seguridad: “Fue falta de organización del Maracaná, porque concentraron a todos los Argentinos en el medio de los Brasileros. Tendría que haber sido vallado o que tengamos un poco de contención. Ojalá que no se vuelva a repetir”.
Los jóvenes oliverenses vieron todo lo sucedido de una tribuna a la otra, pero el detalle extra fue que estaban con la casaca albiceleste en medio de la tribuna de Brasil: “Nosotros estábamos en la parte de la hinchada brasilera, éramos muy pocos argentinos los que estamos ahí, y la verdad que ellos nos tranquilizaron a nosotros, porque claro teníamos miedo también. Nos decían que estaba todo bien, que nos quedamos tranquilos, que no iba a pasar nada”.
Y con otro contexto, Agustina relató: “La verdad me sentí bastante protegida, todos decían que por favor paren, hacían tipo una ola de gritos diciendo que paren. Y después de todo lo que pasó, mucha gente después del partido, más allá del resultado se quedó a aplaudir a los jugadores, otra se fue enojada obviamente. Pero la mayoría se quedó a alabar a Messi, se quedaron a aplaudir, gritaban a los jugadores para que los saluden, o sea, no fue un clima feo después, no hubo ninguna pelea a la salida, no hubo represalia, terminó bastante tranquilo”.
El accionar de la policía militar
Las miradas se centraron en la manera en la que avanzó la policía militar sobre la hinchada, con palos y con suma violencia. Al ser consultados sobre la organización de las fuerzas de seguridad, Agustina indicó: “Hace un año y medio que vivimos acá y lo que vemos en el día a día es que ellos tienen un accionar muy rápido. Ante una situación en la calle, a los dos minutos tenés un móvil y la policía ya bajó y los está reteniendo a las personas que estén armando el conflicto. Y los detienen con violencia, no preguntan qué pasó”.
Y siguió: “Río es muy peligroso, siempre fue muy peligroso, la policía se tuvo que ganar un respeto y ese respeto se lo ganó con violencia, lamentablemente. El brasileño le tiene mucho respeto a la policía”.
Ya con el resultado puesto y un partido que logró una victoria legendaria, la oliverense cerró con las versiones locales: “Los brasileros tenés ambas partes, ambos pensamientos. El que le hecha la culpa del Argentino diciendo que está bien lo que pasó. Y la otra parte, que es la mayoría, que piensa que la policía actuó mal”.