El domingo se realizó un nuevo operativo de control urbano enfocándose en el consumo de alcohol en espacios públicos, la venta luego del acuerdo con comerciantes y los vehículos que trasladan adolescentes a los lugares bailables. Por no respetar lo convenido, un comerciante fue sancionado y se aplicará una ordenanza de restricción que entrará en completa vigencia para el verano.

En dialogo con IRE, la jueza de faltas, Mariana Martínez Bellinzona, sintetizó: “Todos los controles tienden a una mejor convivencia y los sectores vulnerables siempre van a ser los más protegidos. Cuidamos de los chicos, que no les vendan alcohol y que se los traslade en condiciones”.

En el operativo llevado a cabo, constataron que uno de los micros que trasladaba a los jóvenes al boliche de Totoras, no se encontraba en condiciones, y refiriendo a ello, sostuvo: “Ponen a la vista los micros que están en condiciones, y dejan una extra a la vuelta”. En ese sentido aseguro que toman esta modalidad premeditada con la finalidad de que, una vez completos los primeros micros, se acerca una extra que no se encuentra en condiciones y suben a los jóvenes que restan. “A esa le faltaba todo, solo el conductor tenía carnet de conducir”, refirió la jueza.

En el vehículo no se registró ninguno de los papeles correspondientes, por lo que procedieron a secuestrarlo y llevarlo hacia el corralón. En cuanto a ello, remarcó: “Entiendo que es una obligación de todos, porque no podemos estar todas las veces que salga un vehículo para controlar. Apelo a que si las irregularidades se ven lo pongan en conocimiento y no se suban”.

Por otra parte, también se hicieron controles a los comerciantes. Cabe destacar que se había realizado un acuerdo previo en una reunión junto a la policía local, los comerciantes y la jueza de faltas. En ese sentido, destacó: “Hicimos un acuerdo a la medida del comerciante, ajustamos las reglas a sus peticiones. Creímos en que cumplirían pero no fue así, ya hubo dos multas a dos negocios. Me da pena porque la consecuencia va a ser la que ninguno quería, que es limitar definitivamente la venta a un horario”.

Se había planeado una segunda reunión para el 27 de junio, pero los comerciantes no asistieron. “No nos queda más camino que recorrer, inevitablemente vamos a sacar una ordenanza para prohibir la venta de alcohol a partir de las 22 horas para todos, sino habrá sanción”, remató Bellinzona.

En cuanto a los controles en espacios públicos, destacó: “La gente está más prudente, es a lo que apelamos. Son menos los vecinos reticentes. Los controles se van a seguir haciendo de manera sorpresiva para que den resultados”.