Santa Rosa de Lima se vivió en cada rincón de Oliveros en este 2017. Diez días de festejos acompañaron la agenda de una nutrida y variada participación. El cierre fue la tradicional procesión junto a la virgen, que fue acompañada con los niños que tomaron su segunda comunión. Ésta vez partió desde la esquina de Entre Rios y Alsina y terminó en la plaza principal, donde se compartió la misa, frente a la iglesia.
Misas en las institiciones, visitas a los enfermos y abuelos en los geriatricos, un populoso almuerzo, la llegada regional de la virgen de Itatí. Fecha a fecha se fueron celebrando encuentros con distintos objetivos, todo enmarcado en la fiesta por la Santa Patrona.
El cura párroco, José Benitez, hace apenas seis meses que está en la iglesia de Oliveros pero logró cautivar a muchos fieles que acompañaron. En diálogo con IRÉ el padre Pepe indicó: “No tengo palabras para expresar lo que siento. Es un profunda alegría, no solamente por Santa Rosa, sino por todo lo que vengo viviendo desde que llegue. Todo lo que viví estos días fue fruto de la participación, del deseo, de lo que hemos hecho juntos. Se sumaron todas las instituciones para que ésto que sea realmente una fiesta”.
Sonriente, amplió: “Me siento muy bien”. Destacó el trabajo en conjunto y el cálido recibimiento de los ciudadanos que se organizaron para acompañarlo en las fiestas patronales. La nostalgia de muchos no tardó en llegar, y la sorpresa en otros. En el 2017 se vivieron diez días en honor a Santa Rosa de Lima.