Durante una hora no voló una mosca, ni el agobiante calor de noviembre se volvió protagonista. Primero entre risas, empático, cercano Gastón Pauls comenzó relatando cómo ingresó a las drogas. El auditorio del centro de juliados nacionales estaba colmado, sobre todo de jóvenes. Luego, la seriedad los invadió. Su historia de consumo, de lucha, de recuperación se hizo carne y conciencia.
“Soy Gastón, soy adicto en recuperación”, comenzó y generó la primera sorpresa. Solo en el escenario, en una silla con las mangas arremangadas. No dejó de hablar, de contar su historia, su calvario con la adiccion con la que convive. En el relato indicó cómo conoció la cocaína, primero se la regalaron, después se la vendieron. “Le pregunté a un amigo que era y me dijo que te hacía sentir Superman. Le creí y me costó veinte años de mi vida”.
Previo a llegar al escenario, el actor dialogó sobre las adicciones en IRE: “Sigo luchando diariamente después de 15 años de haber arrancado mi recuperación. Trabajo para mantener mi libertad, tengo un montón de cadenas en mi mente, en mi alma, pero aún así me voy liberando”, planteó profundo.
Sobre las charlas avanzó: “Comparto mi triste experiencia de vida con el consumo. No quiero que le pase a nadie más. No quiero que un pibe a los 14 años, en vez de estar disfrutando se esclavise y se mate. Es un laburo compartido todo esto”. Y agradeció a todos los que forman parte del compromiso por sostener la juventudes sanas.
Sobre el impacto de su familia, en especial de sus hijos en su decisión de salir con las conferencias dijo: “Mi hija adolescente me acompaña siempre por dos razones, le gusta escucharme, estar con el padre y también porque yo se lo pido. Ella me cuenta a veces cosas que quedan de la charla. Hablando no vamos a solucionar el problema, pero es más difícil que se reproduzca, y el reconocimiento está presente”.
Trabajo difícil el que enfrenta en cada charla, donde no sólo habla de su experiencia sino que abre su intimidad, su historia, sus miedos y su alma: “Para canalizar los problemas de las personas que me escuchan, trato de ir llevándolo día a día, a veces no sé qué hacer y la tristeza me vence. Recibo mensajes feos y tristes por día. No es un tema menor ni liviano, es tristísimo y gravísimo, cada vez más complejo. No puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo que esto crece y yo estuve ahí, viví ese infierno, trato de decir “No entres, si entras, se te va a complicar la vida”, cerró Gastón Pauls.
Compromiso compartido
El diputado Gabriel Real, recorre la provincia acercando la posibilidad de que Pauls llegue a los adolescentes. En diálogo con IRE manifestó: “En esta ocasión llegamos a Oliveros, estamos recorriendo toda la provincia con la necesidad de contar todo lo que pasa. Gastón tiene un nuevo desafío que trata en que todos los chicos logren prestarle atención. Vamos a seguir porque creemos imprescindible que el Estado esté presente y traiga un testimonio como el de él”.
Luego, el legislador remarcó: “Su testimonio de vida atraviesa al otro con la particularidad de que Gastón reúne condiciones y lo que cuenta, lo cuenta de una manera en la que los chicos no suelen hacer caso. La reflexión es, si con esto ayudamos a algún chico que está en problemas a que tome el otro camino, ya el objetivo está cumplido”.
Además, estuvo el presidente comunal de Oliveros, Alfredo Chiminello, quien cerró: “Una de las grandes problemáticas en nuestra sociedad son las adiciones de distinto tipo. Oliveros es un pueblo preocupado y lo que tratamos de buscar son pequeñas soluciones para que los jóvenes vayan entendiendo que es un camino de entrada pero de difícil salida. Por lo tanto, hay que trabajarlo día a día y darles a los chicos opciones de trabajo con el ejemplo de ética y moral”.