Este fin de semana se proyectará al público, Oliveros, la película;  un proyecto audiovisual que surge en el seno del área cultural de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, como respuesta a varias inquietudes que algunos de sus integrantes han ido planteándose a lo largo de los años de trabajo con los usuarios del hospital y la comunidad.

Su objetivo tiene que ver con  un proceso de apertura hacia la comunidad, con el fin de instalar la posibilidad de inclusión real de los usuarios que se encuentran alojados en el Hospital.

Así lo cuentan Eugenia Mayoraz, la productora general y Osvaldo Ferrari, asistente de producción a Fm Iré, contando sobre este proyecto que se presentará este próximo viernes a las 20 horas en el Predio de la Casa de la Cultura, el sábado en el Cine El Cairo a las 18 horas, y el Lunes a las 10 horas en la Colonia Psiquiátrica de Oliveros.

“Fue un proyecto con muchas experiencias, con muchos obstáculos y con la satisfacción de haber superado esos obstáculos, donde hubo un esfuerzo colectivo muy grande, donde participaron los profesionales del Hospital y los propios pacientes, niños, familiares, vecinos, mucha solidaridad frente a la dificultad, la solidaridad fue lo que más prevaleció en estos dos años de trabajo”, expresó Ferrari.

Su materialización posibilitó la transformación de esta subjetividad colectiva, no sólo porque se propone abordar las diferentes miradas que circulan en torno a los nuevos paradigmas que comienzan a emerger con la nueva Ley de Salud Mental, las tensiones presentes entre la locura y la cordura, el aislamiento y la integración, la negación y la aceptación, el adentro y el afuera; sino también porque permitió una interesante interacción entre los diferentes actores sociales que son los protagonistas reales de la historia: del rodaje participaron usuarios de la Colonia, su personal y los vecinos de la localidad de Oliveros.

Una gran experiencia

Al principio, sus creadores no pensaron en el producto como una película: “Al principio iba a ser una ficción pura, no un documental, se filmó en 2013, después hubo que esperar un tiempo a que se entregarán partidas porque nos apoya el gobierno de la provincia de Santa Fe, a través del Ministerio de Cultura y de Innovación de Salud y con el tiempo fuimos consiguiendo otros avales y apoyos que hicieron posible”, manifestó Eugenia.

“Se vivenció lo que fue el trabajo de la comunidad de Oliveros con la gente de la colonia, trabajadores, y gente de Rosario con el que formamos un equipo de trabajo enorme, hay muchas familias que participaron del rodaje y por eso la vamos a presentar primero en Oliveros”, señaló la productora general.

Por su parte, Ferrari contó: “Se han cumplido todos los objetivos de la película, en el mismo proceso y ahora continúa con esta nueva etapa, el producto es una instancia más del recorrido a hacer,  como modo de encontrarnos y de  una posibilidad de encuentro entre es un  “loco” y un “normal”, entre lo que es alguien que vive en un pueblo y un psiquiátrico, nos ayudó en esta convivencia a integrarnos y a sacarnos los prejuicios, y se fue avanzando con eso”.

El producto final 

 La historia trata de cuatro niños que buscando un refugio para el juego, que les permita recrearse libremente y lejos de la mirada de los adultos, encuentran una tapera abandonada en el terreno de uno de sus padres. Allí surge el encuentro con un grupo de pacientes de la colonia psiquiátrica que ha tomado el mismo espacio para hacer sus escapadas nocturnas con el fin de hacerse de un mínimo espacio de autonomía y libertad por fuera del control del hospital.

“La ficción sigue estando pero se intercala con lo que es el proceso de filmación, que también incluye las entrevistas de aquellos que trabajamos en la filmación y también de los protagonistas, que van contándonos lo que fue esa experiencia”, agrega Eugenia.

“La historia trata del encuentro entre dos grupos, niños y niñas que están internadas en un psiquiátrico que se da por fuera de los lugares donde vive, que se encuentran en una tapera, un refugio , en ese encuentro, en que manos buscan espacio de libertad, de salud mental, de desarrollo personal. No es casual la elección de los niños que tienen una mirada más ingenua, donde ese miedo al “loco”, al peligroso impide que se pueda crear un lazo de amor”, analizó Ferrari.

Espontaneidad, amor, romper barreras, encuentros y un mensaje enriquecedor, es este proyecto que se presentará este fin de semana.