En medio de la alerta roja y la ola de calor recien terminando noviembre, los vecinos de Oliveros vienen sufriendo la falta de agua en sus hogares los últimos días. Algunos suman una semana, otros días y la situación se vuelve insostenible. Hoy incluso la escuela secundaria suspendió las clases por falta del servicio. Mientras desde la Cooperativa de agua no hay un comunicado oficial se acoplan los problemas que serían los causantes de la situación, que van desde falta de infraestructura o baja en las napas hasta roturas en los pozos centrales de toma.
“Necesitamos saber por qué no hay agua. No podemos estar así con este golpe de calor. Hay niños, bebes y ancianos sin una gota de agua en las canillas y ni los tanques”, trasladaron con preocupación vecinos de calle Mitre en zona oeste a IRE.
Ante la compleja situación, desde el medio nos contactamos con la Cooperativa de Obras y Servicios Oliveros Limitada – COSOL -, proveedora del servicio de agua potable, quienes afirmaron que se expediría con un comunicado el consejo de administración, que aún no sucedió.
El problema no es de un sector, sino que vecinos de calle Corrientes o “a seis cuadras del tanque” en pleno casco urbano pasan la misma situación: no hay presión o no sale una gota de agua directamente.
Un problema de larga data
De acuerdo al relevamiento llevado a cabo por IRE serían varios los factores que agravarían la contexto: Falta de infraestructura e inversión sin dudas el primero. Con el paso del tiempo y el crecimiento demográfico las tomas de agua y la planta potabilizadoras con su tanque de abastecimiento siguen siendo las mismas. Lo que genera que a mayor demanda, aumenten los problemas. Sin mencionar las roturas estructurales producto del paso del tiempo.
En este contexto en particular, entre el inicio del calor y la corriente de niña o sequía produjo una combinación más aún compleja. La llegada de más habitantes a casas de fin de semana y llenado de piletas, se sumó a que las napas están bajas, lo que generó que hace unos meses se desmoronara una toma de agua y días atrás otra.
En consecuencia el agua se convirtió en un bien escaso y depende el sector del pueblo el consumo se restringió más temprano que tarde. En medio del malestar social y los reclamos, consultamos a la comuna sobre las medidas que están evaluando siendo el ente regulador local del servicio. En diálogo con IRE, el presidente comunal Alfredo Chiminello, confió que están “activos y preocupados”.
Todos los factores contribuyeron al colapso del sistema, lo que preocupa es la posible estrategia para resolverlo y que el verano sea pasable en un cierre e inicio de año que se prevé con altas temperaturas. Versiones hablan de financiamiento para una nueva perforación que llegarían recién a mediados de diciembre. Otras posturas confirmaron que “de tomarse decisiones rápido en cuatro o cinco días mejoraría”.
Sin clases y en suspenso
Esta mañana bomberos voluntarios y la cuba comunal abastecieron a los establecimientos escolares de agua en sus tanques centrales. El dato clave que alertaron desde el cuartel es que el insumo que incorporan es para la limpieza y el funcionamiento de los sanitarios. Pero no tiene ningún tratamiento potabilizador por lo que no se debería consumir.
La escuela secundaria “Juan XXIII” ante la demora y gestiones en Cosol decidieron desobligar a los chicos pasadas las 9 de la mañana a la espera de resolver en las próximas horas el contexto y que puedan volver a las aulas con seguridad sanitaria.
Por su parte el jardín de infantes 97 y la escuela primaria tuvieron hoy actividades reducidas en el marco de la planificación de su calendario lo que les simplificó abrir sus puertas. Además la directora de la primaria, Silvia Benvenutti, confió a este medio que el agua de los tanques se usaría para el aseo y los chicos tienen para beber agua mineral.
En cuanto a la postura que tomarán mañana también es un misterio ya que aguardan a ver si mejora el suministro para reestablecer la normalidad en el dictado de clases previsto hasta el 23 de diciembre por el calendario del ministerio de Educación.
Sin más, en un zig zag de búsquedas de responsables, gestiones anteriores y vigentes, “errores de vieja data”, presupuesto, tarifas, falta de proyección o de inversión, Oliveros atraviesa una crisis compleja del bien más preciado y vital de la humanidad: el agua.