Luego de luchar contra el coronavirus, el maestro de música oliverense, Hugo Fita, volvió a reencontrarse con sus alumnos de Maciel, quienes acompañaron y enviaron mensajes de aliento mientras atravesó la enfermedad, en medio de atípicas clases, enmarcadas por la coyuntura actual de la pandemia.

El docente contrajo la enfermedad cuando cuidaba a su mamá, internada en una clínica de Rosario por una trombosis en una pierna, ya que en la habitación donde la mujer se recuperaba hubo una paciente diagnosticada con coronavirus.

Asimismo, en Oliveros, su pareja e hija de siete años debieron atravesar la enfermedad causada por el virus. Pero él presentó un cuadro grave y terminó internado unos 20 días por dificultades respiratorias.

Desde hace 15 años, Hugo ejerce la docencia en la especialidad de educación musical. Sus primeras huellas las dejó en su localidad, pero también ejerció en la región, primero en la localidad de Díaz y ahora en Maciel, donde desde 2013 es profe de música de primero a séptimo grado en la Escuela Nº 294 General José de San Martín.

La internación de Fita coincidió con las primeras semanas de la enseñanza no presencial. Una vez recuperado, el retorno a la actividad estuvo signado, como para tantos docentes y la comunidad educativa en general, por diversos procesos de adaptación para no perder el vínculo pedagógico con los chicos.

Como maestro de educación musical de primaria, su trabajo está más vinculado a lo lúdico. Juegos, bailes, cantos eran las propuestas de encuentro en el aula, por lo que proponer actividades desde la virtualidad es todo un nuevo desafío.