El Instituto Médico Legal entregó la totalidad de las pruebas de ADN del caso Marlene Franco. Luego de haber brindado en octubre un gran porcentaje, éste lunes las partes fueron notificadas de los resultados faltantes. Suman un nuevo dato: Se detectó en una campera de la víctima perfil genético del único acusado, el muchacho oliverense, José Ojeda.
El fiscal a cargo de la investigación, Leandro Lucente, en dialogo con IRÉ confirmó la aparición de nuevas pruebas que incriminan a Ojeda, el único imputado por el homicidio de Franco quien regresaba a su casa de bailar aquella madrugada, en la que fue violada y asesinada en una casa de fin de semana en pleno centro del pueblo.
En octubre, el Instituto Médico Legal, entregó parte de las muestras genéticas sustraídas en el crimen. Se procesaron prendas del imputado, de la víctima y muestras extraídas del cuerpo de la víctima durante la autopsia. El fiscal indicó: “Todas las muestras se fueron procesando y cuando estuvieron los primeros resultados se informaron, y ahora se dieron a conocer el resto”. Ahora ,“Se sumó una campera de la víctima en la que se halló ADN del imputado”, explicó Lucente. Y fue contundente: “Estimo que no hay dudas, el caso es claro”.
La causa cuenta con querellantes, es decir que hay un abogado que representa a las víctimas constituidas como parte. “Las víctimas le otorgan poder a una serie de abogados que son los que la representan en el proceso y formulan acusación”, explicó. Y continuó: “Ahora tengo que comenzar a realizar una serie de reuniones con ellos para ver si falta alguna medida, si va a haber congruencia o no en el delito por el cual se acusa. En ese caso formulo primero mi acusación y con posterioridad la formulan ellos”. Acto seguido reconoció: “Sostengo el hecho por el cual originalmente lo imputé, abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte”.
Desde los abogados querellantes se evaluó presentar el suceso como femicidio, y en este sentido el fiscal fue contundente: “Mi postura es clara, y voy a dictaminar de la misma manera”. Cabe destacar que en ambas tipificaciones la pena es la misma: perpetua. Lo que variaría, en caso de que se haga lugar, sería la calificación del hecho.
Pese a que todavía resta parte del proceso, Lucente indicó que la investigación está prácticamente terminada y confía en que el juicio podría realizarse previo a fin de año. Destacó que no depende sólo de su trabajo, sino de las solicitudes de los abogados representantes de la víctima.
Durante meses la comunidad de Oliveros junto con la familia marcharon en pedido de justicia y celeridad en los resultados de las pruebas alojadas en el Instituto Médico Legal, incluso la mamá de la chica asesinada amenazó con la posibilidad de una huelga de hambre. Evaluando el proceso ocurrido, y con las críticas de los plazos el fiscal se mostró en disconforme: “No estoy para nada de acuerdo con que hubo moras o dilaciones que no corresponden, todo lo contrario, prácticamente le diría que se ha trabajado en tiempo récord”.