Dejando atrás su hogar y su familia, Paola llegó desde Venezuela en busca de mejores oportunidades y para re comenzar su vida en Argentina. Desde hace seis meses vive en Oliveros, donde comenzó a trabajar como niñera, pero producto de las complicaciones que trajo la pandemia se quedó sin empleo. Lo necesita para sostenerse y para ayudar a sus abuelos en su país.
La vecina de 25 años es licenciada en educación integral y durante un tiempo se desempeñó laboralmente en su país dando clases. “La situación en Venezuela es sumamente crítica, desde hace varios años es insostenible. Es muy triste para un país tan bello y con gente productiva”, lamentó Paola, en diálogo con IRE.
Luego de quedarse sin empleo e inmersa en un contexto que no le ofrecía oportunidades, optó por vender sus pertenencias y reunir dinero suficiente para emprender viaje hacia Argentina y comenzar de cero, dejando atrás su hogar y su familia. “Son situaciones que suceden, que nos toca afrontar y continuar”, expresó.
Una vez en territorio nacional se domicilió en Oliveros, donde convive con su tía y primo. “Los primeros meses estuve concentrada sacando los papeles para estar totalmente legal aquí, estoy esperando el DNI”, explicó. Aún así trabajó en la localidad como niñera de tres pequeñas pero, debido a las complicaciones que trajo aparejada la pandemia, su relación laboral rescindió hace una semana, ya que al vecino que la empleaba no le pudo seguir pagando.
“Sin duda alguna me tocó el momento más difícil para migrar”, reconoció la joven, que hoy se encuentra buscando empleo: “Puedo hacer distintas cosas. Cuidar niños, limpiar casas, hacer mandados, bañar mascotas”, señaló con mucha ímpetu y ganas de hacerle frente a la difícil situación que hoy le toca vivir.
Paola también confió que fue criada por sus abuelos, con quienes se comunica cuando la conexión lo permite ya que “el internet allá es muy deficiente”. No conoció ni a su padre ni a su madre. Con el fruto de su trabajo, ayuda a su familia para que puedan comprar comida, medicinas o insumos necesarios, por ello mismo comenzó a buscar nuevas oportunidades en la región.
“Soy responsable, amable y educada, este país me puede brindar las posibilidades que Venezuela no pudo, y estoy a disposición de poder trabajar aquí”, concluyó la vecina y puso a disposición su número de contacto: 3476-392792.