Durante 50 años Juan José Ibarra, vecino de Oliveros y devoto de la Virgen de Itatí, peregrinó en su fe. Trazando a la par el sendero de su vida, conoció a su esposa en el andar y en los últimos años hasta hizo parte del recorrido con su nieto. Muchas fueron las circunstancias en las que se encontró paso a paso, entre cansancio y sensaciones, avanzando hacia la basílica. Emocionado por el homenaje, Lele le agradeció a la secretaría de Cultura de la municipalidad y con orgullo le habló a los peregrinos: “Vengan, agradezcan, pidan mucho, pero siempre cumplan”.
La Municipalidad de Itatí, a través de la Secretaría de Cultura a cargo de Juan Alberto Castillo, llamó en el acto central, en medio de los espectáculos que reune año a años a miles de fieles y vecinos a Juan José Ibarra para brindarle un reconocimiento por sus 50 años de peregrinación. Al convocarlo desde las escalinatas, el locutor definió con alegría que “al amigo de Santa, que caminó trayendo esperanza y fe a la Basílica de Itatí”.
Con el diploma en sus manos, Lele pidió decir unas palabras con emoción: “Quiero agradecer a la secretaría de Cultura, al secretario de Cultura Castillo, al señor Intendente Francisco Romero, y a todos ustedes – en dirección a quienes realizaron la caminata-. Sé lo que es la vida de un peregrino, porque pasé 50 años peregrinando”.
En ese sentido, rememoró: “Vine cuando las calles eran de tierra, Itatí no era tan lindo como es ahora, pero lo lindo era llegar acá a la Basílica, a Nuestra Señora, a la imagen que siempre nos espera, que conoce todas nuestras necesidades. Uno generalmente viene a agradecer, porque en el transcurso de la vida ella ayuda, ella nos protege”.
“Lo lindo era llegar a la Basílica, a Nuestra Señora, a la imagen que siempre nos espera, que conoce todas nuestras necesidades“
Y reforzó: “Por eso le digo a todos los peregrinos que vengan, que agradezcan, que pidan mucho, pero que cumplan. Que la vida es corta, los años pasan, y uno se siente orgulloso de poder estar hoy en este escenario. Hoy me toca a mí, quizás algún día le toque a alguno de ustedes, es muy bueno reconocer al peregrino, porque gracias al peregrino esta fiesta se está haciendo, y la Madre de Dios está contenta con todos los que llegan acá”.
Cerró con una poesía que le regaló al público y se trajo a Oliveros su diploma que habla de fe, de esperanza, de voluntad y constancia. Paso a paso, con condimentos que fueron variando en la mochila de la vida, pero siempre hacia adelante. Felicitaciones Lele, el mayor desafío es sostener las convicciones y agradecer siempre la posibilidad de tener un nuevo sendero transitado.
Un especial agradecimiento a Vicente Longo por compartir la información y video del reconocimiento.