“Mi nombre es Victor, te animas a recibir un corte de pelo gratis a cambio de contarme tu historia de vida?”, comienza la magia. Es el formato que eligió el peluquero de La Calera, Córdoba para viajar entre historias, sumando escucha y conectando con personas que no había visto antes. Así encontró en una esquina de Carlos Paz a Lautaro, quien con una amplia sonrisa se sumó. Explicó que tiene 26 años y es de Oliveros, definió que vive en la calle porque así lo elige pero dejó a la vista su sueño de tener una escuelita de circo. Agradecido, simple y con una luz especial, dos historias que vale la pena conocer.
La empatía, la profesión y las ganas de hacer se potenciaron y Victor Mansilla logró un formato visual distinto para sus redes sociales. Aparece con su cajonera llena de insumos y propone un corte de pelo gratis a cambio de escuchar su historia de vida. El resultado es un mimo no sólo a la cabeza sino también para el corazón.
Así apareció Lautaro, en una esquina de Carlos Paz, con sus malabares y una sonrisa enorme. Se definió como artista callejero, de 26 años y oriundo de Oliveros “un pueblo entre Santa Fe y Rosario por ruta 11”. Dijo que son dos “ovejas negras” de ocho hermanos los que decidieron continuar el legado del arte itinerante como sus papás.
“Me considero una persona feliz”, afirmó mientras las tijeras de Victor le daban forma a su cabello, con rastas en la zona de atrás. “Yo estoy en la calle porque me gusta lo que hago. Soy una persona joven, no tengo hijos, no tengo responsabilidades. Entonces ando viajando, conociendo a mi Argentina”, explicó. Al tiempo desde el camino recorrido visibilizó: “Desearía que el país esté un poco mejor de lo que está. Que no haya tanta gente en la calle. Porque yo estoy en la calle porque quiero”. Y entre sueños confió: “Tengo muchísimas ganas de tener una escuelita de circo”.
Mucho más que un corte
Victor también es un tipo especial, que además de un maravilloso talento para cortar el cabello tiene consigo la voluntad de escuchar, de tratar de regalar con un gesto un puñado de esperanza. En diálogo con IRE, expresó: “Hace seis años que corto el pelo. Tengo mi salón en la Calera – una localidad a 18 kilómetros de Córdoba capital – que es de donde soy. Este camino solidario y de escucha lo traigo desde mi familia, es por mi mamá que corto el pelo y la veía haciendo cortes gratis en un pequeño espacio de la casa donde me crié”.
Así comenzó su búsqueda y ahora con un formato que comparte a través de instagram en @VictorMansiOk cosecha miles de seguidores e interacciones cambiando un corte de pelo por historias de vida: “Este formato arranco en marzo de este año. Desde ese día me moviliza la escucha y el cambio que podemos generar en personas que en este momento están en la calle y la están pasando mal”.
“Este formato arranco en marzo de este año. Desde ese día me moviliza la escucha y el cambio que podemos generar en personas que en este momento están en la calle y la están pasando mal”
Cierto es que va asimilando en ese andar “distintas las sensaciones”. Ya que “cada historia es una realidad distinta llena de matices”. Con respecto al artista oliverense amplió: “Lautaro es como se lo ve en la historia, es un chico que sabe lo que quiere y en este momento quiere vivir así pero tiene capacidad y tiene sueños que es lo más importante”.
Sobre la experiencia compartida sumó: “Trato de ir procesando lo que me pasa historia tras historia, conecto mucho con la gente y después tardo en volver a mi historia a mi vida. Es un poco rara esa conexión porque a la gente le gusta ver mis historias, pero no a todos les gusta colaborar y no me refiero a lo económico. Me refiero a la escucha y a tratar de conectar un poco con gente que no conocemos”.
Victor logró un espacio que llena de orgullo a propios y ajenos, pero que a la par visibiliza una realidad compleja: “Mi deseo es mostrar las desigualdades y las desventajas. El sistema nos pone a correr carreras con preparaciones distintas”. Y entre las personas que más lo conmovieron destacó “la historia de los hermanos violinistas es el fiel reflejo de la desigualdad, y la de Eduardo Bustos, combatiente de Malvinas”.
“Mi deseo es mostrar las desigualdades y las desventajas. El sistema nos pone a correr carreras con preparaciones distintas”
Sin dudas, Victor tiene magia, algo que hace que quienes están en la calle dejen de lado cualquier prejuicio y se entreguen a su trabajo mientras le regalan un poquito de sí. Que hace que quienes están mirando su celular frenen a escuchar a alguien más y se movilicen. Más allá de su formación como profesional en academias nacionales e internacionales, el secreto está en que el sello de Victor excede la tijera y se instala bien cerquita del corazón.