Esta semana Oliveros tuvo como protagonista su nuevo espacio público. Oliveros en Red propuso recuperar el espíritu navideño y hubo muchas sorpresas felices, como por ejemplo el paso inesperado de la virgen de Itatí. Resulta que luego de su recorrido por la zona, el grupo se dispuso a retornar hacia Corrientes, pero sin darse cuenta la camioneta que llevaba a la Virgen se desencontró con el colectivo. Cuando se dieron cuenta estaban a pocos kilómetros de Oliveros y entendieron el mensaje: Debían pasar para despedirse con un hasta pronto. Fue un momento de sublime emoción, donde hubo lágrimas en los ojos y un pedido especial.
Hubo muchos espacios y momentos durante esta semana que estuvieron perfectamente planeados pero también ocurrieron situaciones inesperadas. El viernes, casi a la medianoche, cuando el grupo de organizadores se disponía a ordenar después de la visita de Papá Noel, la feria estaba sobre ruedas y la comunidad se apropiaba de todos los espacios hubo un llamado clave.
La comitiva que acompaño el recorrido de la Virgen de Itatí, que visitó Oliveros por primera vez hace semanas atrás, se disponía a volver a Corrientes cuando por alguna “distracción” se separaron. El colectivo tomó autopista Rosario Santa Fe y la imagen en la camioneta siguió por ruta 11. Cuando se percataron de la situación, se llamaron y se iban a encontrar en Villa La Ribera cuando descubrieron que en realidad el camino de fe estaba marcado.
La parada obligada fue Oliveros, donde la semana del espíritu navideño invitó a las familias a disfrutar de los espacios públicos, apropiárselos y compartirlos en comunidad. Gabriela Bonifacio, presidente de Fundación Abba, atendió el teléfono y entre emocionada e incrédula convocó en el micrófono contando los pocos detalles que tenía de lo que estaba pasando.
A los minutos la Virgen de Itatí volvía a pisar suelo oliverense, la ruta 11 se cortó de la cantidad de fieles que quisieron ir a saludarla y se dispusieron a rezar. Al momento de la intención también sucedió algo extraño, preguntaron en voz alta y un sólo vecino exclamó: “Por la unión del pueblo”. Todos estuvieron de acuerdo y se propagó el místico momento de fe.
Itatí una vez cumplida su misión suguió a su ruta y entre organizadores entendieron el profundo lazo que se creó, que definió sin decir una palabra que la Virgen volverá al pueblo de Iriondo cada vez que sea posible.