Por Rogelio Bella

Gustavo no solo canta. No podemos negar que el canto es su principal carta de presentación, pero el “pájaro” -apodo que le quedo de herencia de su padre y de su abuelo- también habla -mucho- y cuando habla lo hace con un tono campero, me atrevo a decir casi Landricinesco, que hace que escucharlo sea una experiencia muy confortable a los oídos y al alma.

Su historia comenzó en la localidad de Pueblo Andino allá por el año 1977. Recuerda a su pueblo natal con cariño, aún hoy, después de muchos años de haber partido se sigue sintiendo un andinense. El poblado que habito en su niñez es muy diferente a lo que es hoy y así lo hace saber. Un lugar muy ligado con la industria celulosa “mi abuelo trabajo allí en la caldera y tengo cientos de amigos que trabajaron en la papelera”, rememora de aquellos tiempos en que dicha industria era la más importante del Pueblo.

El “Pájaro” tiene bien en claro cuáles son las pasiones de su vida. La guitarra -ya hablamos más arriba en la nota de la relación que lo une con ella de casi toda la vida- el fútbol, el golf y la pesca. La vida de Gustavo ronda mucho alrededor del fútbol, ya de pequeño despuntó como incipiente delantero de cancha de siete en los “potreros” del poli de Andino, luego -cuenta- “ya cuando paso a cancha de once” se fue a jugar a Cerámica de San Lorenzo e hizo inferiores en Rosario Central. “Yo jugaba en la quinta y llegué a entrenar con la reserva que dirigía el patón Bauza, practicaba con el Tati Bustos Montoya, con Cardetti”, vocifera visiblemente orgulloso y un ratito más tarde en la charla cuenta que dejo todo en su momento por otra de sus grandes pasiones -la amistad- “me dieron vacaciones de quince días y me fui a visitar a mi amigo Román que estaba viviendo en Puerto Madryn y no volví como por cinco meses”, cuenta y agrega “me llamaban para que volviera pero yo me quedé allá con mi amigo y con la guitarra”. El golf es otra de las grandes pasiones que encontró ya más de grande “cuando las piernas ya no dieron más para el fútbol” y reconoce que la pesca es otra actividad que ama realizar “ya de chiquito apenas teníamos un clarito nos íbamos con los amigos a pescar al río allá en Andino”.

Se lo ve visiblemente emocionado, cuando por los auriculares que lleva puesto en sus oídos – uno si y uno no, como queriendo estar atento a todo lo que pasa- escucha la voz de algunos de sus amigos que se prestaron a dejarle sendos mensajes para sorprenderlo. Así se le entrecorta la voz cuando intenta hablar luego de escuchar a Emiliano “Pipi” Valente, a Román Peroni o a Sergio “La Magia” Pozzi compañero de miles de kilómetros recorridos por el país llevando al hombro guitarra, voz y sueños compartidos. Pero las lágrimas se hacen inevitables y el nudo en la garganta imposible de disimular cuando le recordamos a sus maestros Jorge Lescano y Marcelo Araujo. “Ellos fueron mis maestros, los que me enseñaron todo”, cuenta una vez que logra zafarse de la emoción. “Ibamos para todos lados con ellos y con mi viejo en una renoleta que tenía la familia”, rememora y en sus ojos se puede apreciar un brillo especial por el recuerdo de tantos momentos vividos.

Una vez más la emoción lo embarga cuando tiene que hablar de su familia. Cuenta que su mujer -Fernanda, que fue quien nos ayudo para poder sorprenderlo- es su puntal, es la que se banca todas las locuras y es la que siempre le da las fuerzas para seguir haciendo cosas y cumpliendo sus sueños. “Se bancó muchos días fuera de casa, imaginate que yo me tenía que ir a cantarle a Carlitos Bianchi y capaz que me tenía que quedar tres o cuatro días en Buenos Aires”, reconoce en esa mujer a su fiel compañera y sentencia “ella se quedaba sola en casa con los chicos chiquitos y jamás me hizo un problema”.

El tiempo se pasó volando, el aura de Gustavo “Pájaro” Lietti se adueño del programa y ya no importó el guion o las demás cosas que estuvieran programadas. Fernanda -su compañera- escribió algo para que le leyéramos y entre esas letras se atrevió a definirlo, Gustavo es su personalidad, su voz y su guitarra. La verdad que no habría manera de sintetizar y expresar a este personaje.