Una joven de Oliveros hizo un descargo en redes sociales contra una fiesta en Arroyo Seco a la que no dejaron ingresar a su novio, supuestamente por ser de lejos. “Me pareció una gran falta de respeto”, expresó la vecina e hizo un escrache por discriminación tras la mala experiencia.
La chica contó que desde hacía un tiempo quería darse el gusto de ir a conocer el lugar y esperaron hasta que el novio cumpliera los 18 años para no tener inconvenientes. Este fin de semana finalmente decidieron ir, pero las ganas de pasar una buena noche terminaron convirtiéndose en una pesadilla, según contó la joven.
Pagaron un traslado desde la ciudad de Rosario que incluía entrada, pero una vez en el lugar, el chico no pudo pasar. Solo había pasado media hora de la medianoche, pero hasta las tres de la madrugada el muchacho “rebotó unas siete veces porque simplemente era de otra localidad”, contó indignada.
“Era la única excusa que nos daban. Yo todas esas veces salí y volví a entrar tranquilamente sin problema, solo por ser mujer. Era la primera vez que íbamos al baile, viajamos más de 80 kilómetros para venir y nos hicieron esperar tres horas en la puerta, al menos a mi pareja, por ser hombre y de Maciel”, agregó.
Y manifestó: “Me pareció una gran falta de respeto. Hablé con todas las personas de seguridad y nadie supo darme respuestas. No teníamos cómo volver porque habíamos pagado un traslado de ida y vuelta y regresaba a Rosario a las 5 de la madrugada. Teníamos que quedarnos ahí a descansar un rato hasta el otro día para volver a nuestro pueblo”.
Con enojo, repudió que el boliche los haya discriminado por ser de otro lado y luego de tres horas y mensajes con los organizadores, avisando que los iba a escrachar, solo les dijeron que había sido un malentendido.
“Nadie supo darme respuestas de lo que pasó, de porque después de tres horas mi pareja pudo ingresar al baile. Para colmo entramos y hasta las cuatro de la madrugada nos revisaron unas cinco veces. Venían de la nada, nos seguían y veían por dónde andábamos y nos pedían que le mostremos billetera y bolso. Me pareció una gran falta de respeto todo lo que pasó”, sostuvo.
“Primera vez que vamos a este lugar y será la última, por el pésimo momento que pasamos. No éramos del pueblo, de la ciudad y nos querían echar teniendo todo en orden y siendo respetuosos, una vergüenza que en el siglo XXI, 2023 , sigan discriminando por cómo sos, por cómo te vestís, por tu cara y tu apellido o por el simple hecho que no sos de la localidad y por se hombre”, finalizó la joven.