El impactante siniestro tuvo lugar en enero de 2012, cuando un grupo de delincuentes robaron en una casa de San Fabian. En medio de un operativo cerrojo con persecusión policial se metieron bajo un camión a 200 kilómetros por hora y esperaron a balazos a los oficiales. El “Tuerto” Priotti ya estaba condenado a 30 años de prisión por asesinato.
Tras un espectacular accidente sobre la ruta nacional 11, a la altura de la localidad de Oliveros, la policía logró detener aquel miércoles por la noche a dos pesos pesados del hampa rosarino que fugaban tras robar una finca en San Fabián, relató el Diario La Capital de entonces. Allí, a las 21.50, cuatro hombres armados ingresaron a una vivienda de la zona rural y se llevaron dinero, algunas alhajas y un Chevrolet Aveo. Con ese auto huyeron por la ruta en dirección a Rosario y, cerca de las 23, tras una cinematográfica persecución policial que incluyó varios intercambios de disparos, los maleantes chocaron contra un camión con acoplado cargado con soja.
Cuando los policías de Oliveros que los perseguían llegaron a la escena del choque, en el kilómetro 345 de la ruta, y se toparon con el Aveo clavado contra el acoplado del camión, el ladrón que estaba al mando del volante los recibió a los balazos y así cubrió la fuga de dos de sus cómplices. En el asiento del acompañante, totalmente deformado por el impacto, otro de los malhechores yacía malherido y aprisionado. Lo identificaron como Félix Ariel Seco, de 47 años.
En tanto, el chofer del Aveo robado fue desarmado en el lugar y dijo llamarse Víctor Hugo González, de 42 años y con domicilio en barrio Las Flores. También fue trasladado al Eva Perón donde tras estar 12 horas en observación por los golpes fue dado de alta. Entonces fue conducido a la comisaría 12ª de Oliveros, donde un veterano pesquisa de la Unidad Regional II que investigaba a la banda por al menos cinco golpes dados en el departamento Rosario en los últimos meses miró al sospechoso y le preguntó: “¿Vos te llamás Víctor Hugo González o Juan Marcelo Priotti?”, a lo que el hombre conocido en la calle como El tuerto le respondió: “Jefe, llameme como quiera”.
El tuerto Priotti fue sentenciado en 2007 por el crimen de José Enrique Mancini, el dueño de una estación de servicios de la localidad de Arminda asesinado el 5 de enero de 2002. Y además es hermano de Carlos María Priotti, el hampón que tras un tiroteo ocurrido el 13 de octubre de 2009 en San Martín y Uriburu se voló la tapa de los sesos con su pistola calibre 9 milímetros al verse cercado.
En el Aveo que habían robado en la finca de San Fabián, la policía incautó tres pistolas calibre 9 milímetros, un pistolón calibre 14 y una escopeta calibre 16.
A la banda, según fuentes policiales, se la investigaba por más de una docena de robos en zonas rurales de los departamentos Rosario y San Lorenzo, casos en los que atacaron viviendas ubicadas en el ingreso o la salida de los pueblos. Utilizando guantes de látex maniataban a sus víctimas con precintos plásticos y, tras revisar la casa, se llevaban objetos de valor y también el vehículo de las víctimas. Uno de los detalles de la gavilla es que cuando las víctimas no querían decir dónde tenían la plata, amenazaban con picanearlos hasta conseguir el objetivo.