En los últimos días, varios vecinos de Oliveros fueron sorprendidos por un tucán. Se estima que es el mismo ejemplar que fue visto tiempo atrás en San Genaro y en Totoras, donde lo bautizaron como ‘Tucanete’. Pese a las buenas intenciones de muchos de los vecinos, recomiendan no alimentarlo, para no generar una dependencia y que pueda volver a su hábitat.
En diálogo con IRE, el guardafauna honorario de la provincia, Juan Martín Mastropaolo, coincidió en que no es común ver estos ejemplares en nuestra zona y una de las hipótesis que se baraja, es que el animal habría estado en cautiverio y luego se escapó.
“Creo que esa hipótesis es la más certera, porque sino no se acercaría a la gente, sería mucho más arisco. Se ve que está acostumbrado al humano, porque siempre vuelve. No debería estar acá, prácticamente es de la selva”, señaló.
Por su tipo de alimentación (pichones de otras aves, huevos, frutas, insectos, etc.) lo habitual es que se encuentren en la zona húmeda del norte de nuestro país y en las zonas tropicales del continente. Los registros más al sur, suelen ser en Reconquista.
Se estima que el ejemplar que fue visto en los últimos días en Oliveros, es el mismo que tiempo atrás bautizaron como ‘Tucanete’ en la ciudad de Totoras y también se lo vio en San Genaro. “Para mi es el mismo, no creo que haya otro. Sería muy raro”, dijo Mastropaolo.
“Hubo un intento de capturarlo para poder trasladarlo, pero lo recomendable es dejarlo en paz”, dijo el guardafauna y enfatizó: “No hay que darle de comer, porque se acostumbra más al humano y no se va a ir. La idea es que se desplace a su hábitat”.
En ese sentido, abundó: “No todos pensamos igual, hay gente que va a querer agarrarlo para tenerlo o para venderlo. No hay que alimentarlo porque se va a generar una dependencia y no va a caer siempre en la casa de los buenos. Puede terminar lastimado”.
“Lo ideal sería llevarlo a Puerto Iguazú, en Misiones, para rehabilitarlo bien. Hay que hacerle una especie de cuarentena para ver que no tenga ningún parásito o enfermedad que pueda contagiar a sus pares y después liberarlo”, sostuvo Mastropaolo, aunque advirtió: “¿Pero cómo lo capturamos?”.
En tanto, el guardafauna honorario recomendó no intervenir, no darle de comer y que el ave encuentre solo sus alimentos. “Cuanto más lejos esté del humano mejor, no todos piensan en ayudarlo. Lo ideal es que vuelva a su hábitat”, finalizó.