Hoy se cumplen 20 años de la terrible tragedia sobre “la curva de la muerte”, donde cuatro amigas de Maciel perdieron la vida tras un tremendo accidente, también fallecieron dos chicos del Cordón Industrial. La fecha quedó marcada para el pueblo y la región. Cada 31 de marzo, desde entonces, el dolor invade a los vecinos. 

Era de madrugada, cuando el grupo de jóvenes se trasladaba en un Ford Sierra Ghía color bordó que era conducido por Hernán Ordoñez, de San Lorenzo. Lo acompañaban Paola Polidoro, Florencia Ugarte, Vanesa Orlandi, Anabela Hernández y Lorena Pedante, todas de Maciel. Iban además, Javier Quiroga de Puerto San Martín y Matías Molaro, también de San Lorenzo.

Se habían reunido en el country del Club Red Star de San Lorenzo, para festejar el cumpleaños número 18 de Matías. Pero el regreso a casa se convirtió en una tragedia que inundó en tristeza a todo el pueblo y la región. Circulaban en dirección sur a norte, cuando en el kilómetro 349 de la ruta 11 sucedió lo peor.

En el tramo conocido como “curva de la muerte” el auto habría golpeado contra uno de los guardarrail del puente y ese golpe, aunque pudo ser leve, habría sido suficiente para sacarlo de su carril, por lo que terminó colisionando de frente contra un camión y producto del impacto, el vehículo explotó.

Las llamas mataron casi en el acto a Paola, Florencia, Vanesa, Anabela, Javier y Matías, que quedaron atrapados en el chasis. Milagrosamente, Lorena y Hernán se salvaron. También el conductor del camión.

En la localidad de Maciel se recuerda año a año aquel trágico suceso, que en esa madrugada llenó de tristeza al pueblo y dejó sin consuelo a todos los familiares y amigos de las víctimas. En esta fecha especial, pero del año 2019, Daniel Della Bianca escribió “Mi pueblo sin voz”, un poema para recordar a las jóvenes. 

Mi pueblo sin voz

Sábado fatal de otoño

Con triste sol de duelo

Empalideció hasta el cielo

Por sus ángeles dormidos

Y en un canto estremecido

La vida que emprende vuelo

 

El andar se ha detenido

Y los ojos han llorado

Los sueños se han desplomado

Claudicó la adolescencia

Y reclamó la inocencia

A gritos… Mi pueblo callado

 

Como una historia de amor

Que termina en un adiós

Quedó la gente sin voz

Aquella tarde amarilla

Y retumbaban en la capilla

Los latidos del dolor

 

Con los suspiros al viento

Y la rabia entre los dientes

Con la mirada doliente

Negándose a la verdad

Nos ganó la realidad

De aquel otoño naciente

 

El pueblo quedó sin voz

La calma perdió la razón

Y ultrajado el corazón

Vio estrellitas que bajaban

Y cuatro duendes volaban

Hacia el encuentro del sol

 

De: Daniel Della Bianca.