Tres días antes de que dos hombres con causas penales abiertas se escapen de la Colonia Psiquiátrica de Oliveros, una diputada provincial había presentado en la Cámara Baja de la provincia un proyecto de comunicación para que el Poder Ejecutivo, por intermedio del organismo correspondiente, brinde información sobre la situación de los internos.

En la iniciativa que se presentó el pasado jueves 1 de diciembre y será puesta en consideración por la Cámara de Diputados, la legisladora Betiana I. Florito pidió al gobierno provincial conocer la cantidad de pacientes judiciales que hay en el nosocomio, cómo se encuentran distribuidos, la capacidad de cada pabellón donde están alojados y si los empleados cuentan con la preparación suficiente para atender a pacientes con perfil penitenciario.

En cuanto a la fuga que se dio en la madrugada del domingo 4 de diciembre, uno de los sujetos, identificado como M.A.P., fue recapturado el mismo día en el ingreso a Capitán Bermúdez por la autopista Brigadier López y luego fue trasladado y alojado en la Alcaldía de Cañada de Gómez, pero no pudo ser imputado por no estar en condiciones psiquiátricas de afrontar una audiencia, según determinaron. En consecuencia, regresó a la colonia, donde estará internado con custodia.

El otro sujeto, identificado como Ramiro Cardón, continúa prófugo. Estaba alojado en la Unidad de Asistencia en Crisis y sobre él pesa una causa de robo calificado por el uso de arma de fuego. Luego del violento episodio en el nosocomio y la posterior fuga, los sujetos robaron una moto y pertenencias a una mujer que circulaba por Ruta Nacional 11. La moto fue recuperada cuando aprehendieron a M.A.P., pero aún nada se sabe del paradero de Cardón, que se encuentra en calidad de evadido.

Los fundamentos del proyecto

En la Colonia Psiquiátrica “Dr. Abelardo Freyre” de la localidad de Oliveros de la provincia de Santa Fe se encuentran personas alojadas con problemas mentales cuyas situaciones se encuentran atravesadas por una multiplicidad de dificultades que podrían definirse, a priori, como de competencia de una red social e institucional que sobrepasa los límites del hospital, pero que muchas veces son absorbidos por esta institución.

El trabajo en las instituciones psiquiátricas implica pensar constantemente en los atravesamientos que la “demencia”, como padecimiento mental de un sujeto encuentra con los diferentes problemas sociales y con distintos niveles institucionales, tanto en lo médico, como lo social y lo jurídico.

La intersección entre el dispositivo psiquiátrico y el judicial es un punto donde estas instituciones no sólo se encuentran , sino que intensifican sus funciones y donde las prácticas de quienes intervienen son relevantes.

Las diferentes articulaciones con el sistema judicial se van construyendo en las prácticas institucionales, muchas veces sustentadas en una legislación inadecuada y anacrónica. En el caso particular, esto se refleja en la importante frecuencia con que se han admitido ingresos de pacientes a la institución sin presentar criterio clínico de internación y con el sólo criterio de responder a la orden judicial.

Si se piensa desde la clave de ofrecer alternativas de tratamientos singulares, la propuesta al padecimiento no puede estar acotada sólo a la internación como único modo de alojar y dar respuesta a la demanda y mucho menos aún responder a una presión judicial con un argumento en el que la clínica se tornaría difusa.

El modo de acotamiento de criterios de encierro y la proliferación de medidas que restringen la libertad de una persona y la atención de su salud es promoviendo discusiones colectivas en torno a reglamentaciones vigentes en salud mental, fortaleciendo espacios de capacitación permanente, definiendo proyectos de salud desde premisas éticas, clínicas y políticas que aborden la problemática de las personas que padecen problemas psíquicos de manera diversa, con dispositivos acordes a las singularidades, es decir no centrados sólo en la internación y la institucionalización prolongada, ni tampoco dejando de lado las distintas problemáticas que padecen quienes atienden a las personas internadas que son el sostén de la institución, quienes día a día conviven con el entorno.