La justicia finalmente emitió un veredicto en el caso de Gonzalo Giménez, un padre acusado de abusar sexualmente de su propia hija durante cuatro años en la localidad de Oliveros. Los hechos condenados ocurrieron desde el año 2018 hasta el 2022, cuando la menor visitaba el domicilio del hombre. Los jueces a cargo del caso, Carlos Gazza, Mariel Minetti e Ignacio Vacca, lo condenaron a 11 años de prisión.
Esta semana en los Tribunales de San Lorenzo, se desarrolló el juicio contra el vecino oliverense. Allí, el fiscal Dr. Leandro Lucente llevó adelante la acusación contra Giménez, imputándole los delitos de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. Según los presentes, durante las audiencias, se presentaron pruebas contundentes que respaldaron la declaración de la joven víctima, realizada en cámara gesell, quien sufrió graves secuelas psicológicas a raíz de los abusos.
La declaración de la madre de la víctima también fue clave en el proceso, quien relató el sufrimiento de su hija y el impacto negativo que los abusos tuvieron en su vida cotidiana. Además, se presentaron pruebas médicas que confirmaron la veracidad de los hechos juzgados, así como el testimonio de la hermana, también en cámara gesell por ser menor de edad.
El abogado querellnte, Daniel Machado señaló en el periódico Pregón que: “Si el derecho no genera justicia, no sirve. Lo que le pasó a A es una marca que quedará por siempre, y dentro del marco legal la respuesta fue buena. Los magistrados encontraron responsable a Giménez y por unanimidad decidieron condenarlo a 11 años de prisión, resaltando como fundamental en este debate, el testimonio de la víctima y de su hermana en cámara gessel y le creyeron por eso esto es muy importante”.
“Los magistrados encontraron responsable a Giménez y por unanimidad decidieron condenarlo a 11 años de prisión”