El INTA Oliveros comenzará a cultivar cannabis medicinal para generar conocimiento. Corresponde a un proyecto de la empresa Canndico SRL, que prevé instalar infraestructura para hacer un análisis y seguimiento de las plantas. Una propuesta innovadora, que acompaña a la legislación aprobada en el 2017 y ampliada en el 2020 y que pretende ser un apoyo para todas las familias y organizaciones que encontraron en el aceite de cannabis un alivio para distintas patologías. 

Oliveros es una pieza clave en los primeros pasos del estudio, y es la tercera estación experimental de INTA que lleva adelante un proyecto de este tipo: Junto a Alvear y Venado Tuerto. En diálogo con IRE, el director de la experimental local, Luis Carrancio, describió: “La idea es generar investigación básica que permita en un futuro tener producción de cannabis medicinal”. 

En el marco del innovador proyecto el ingeniero a cargo de INTA puntualizó con firmeza: “Hay dos tipos de cannabis, es casi imposible distinguir la planta visualmente, pero tienen una composición química distinta. Una es de uso medicinal, en la cual nos vamos a dedicar. La otra es de uso recreativo”. 

En ese sentido, el asesor de Canndico SRL, Tomás De Lorenzi amplió: ”Vamos a instalar invernaderos con cannabis medicinal. Es decir que vamos a producir plantas con CBD a diferencia de la recreativa que genera THC”. 

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Seguridad 24 horas

Cabe destacar que habrá un estricto control alrededor de la iniciativa: “Para aprobar los proyectos hay un sistema de seguridad con guardias permanentes de 24 horas, con estructuras rodeando a la zona de producción que impida el acceso de persona no autorizada. Que significa a todos aquellos que no estén dentro del proyecto, incluídos los profesionales de otras áreas”, ahondó Carrancio. Y siguió visibilizando que cada planta tendrá su trazabilidad y registro: “Todo está perfectamente definido por el gobierno nacional”. 

A través de la sanción de la ley en el 2020 se permite la investigación en cannabis medicinal, con la condición de que se lleve a cabo a través del INTA o el Conicet, instituciones madres del conocimiento en el país. Sobre la llegada de Canndico SRL Carrancio explicó: “Hemos recibido ofertas de distintas organizaciones para unirse a nosotros y generar estas investigaciones. El equipo de Canndico SRL es muy importante porque no solamente se podrá hacer el relevamiento de todos los datos necesarios para el cultivo sino que también se va a hacer la trazabilidad de los genomas de las variedades que tenemos disponibles”.

El ingeniero asesor de la empresa De Lorenzi, luego de recorrer el predio detalló a este medio la inversión: “Vamos a montar dos invernaderos de 300 metros cuadrados cada uno, que a su vez vamos a subdividir con distintos tipos de producciones en sala de madres, de esquejes, de vegetativo y floración”. 

En paralelo, desde el organismo nacional ya evalúan perspectivas a futuro: “Vamos a profundizar el conocimiento y generar conocimiento, de manera tal de obtener variedades nuevas para que cuando se libere la producción masiva podamos asesorar a los productores”, resumió Carrancio. 

Conocimiento, producción y tecnología

De Lorenzi es parte de un grupo de investigadoras e investigadores argentinos que trabaja en una herramienta informática innovadora para asistir a los desarrollos de genética que hace más eficiente el proceso de desarrollo de nuevas variedades, además de permitir seleccionar a nivel molecular ejemplares potencialmente valiosos, lo que ahorra tiempo e insumos asociados a la implementación de un plan de cultivo.

Esta tecnología, ejemplificó el especialista, permite incrementar la productividad del cultivo, conseguir consistencia y estabilidad genética y desarrollar variedades resistentes tanto a patógenos como a diferentes condiciones climáticas.

Canndico es un emprendimiento joven con un equipo técnico que se encuentra integrado en forma directa por cinco profesionales del complejo científico-tecnológico local con experiencia en biología molecular de plantas, genómica, bioinformática, ingeniería de cultivo y gestión de la innovación.

A los que se sumarán “un equipo de trabajo de seis profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y que un grupo de estudiantes avanzados del Instituto Politécnico Superior de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) realice prácticas profesionalizantes”.

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Legislación

En los últimos cinco años, el marco regulatorio global y nacional sobre el Cannabis medicinal atravesó profundas transformaciones y “todas se dirigieron a reconocer que se trata de un cultivo de interés estratégico y de que sus aplicaciones a nivel medicinal e industrial pueden ofrecer beneficios tangibles a nivel social y económico”, resaltó De Lorenzi. 

En 2020, la Comisión de Estupefacientes de la ONU retiró al Cannabis de su lista de narcóticos de riesgo, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los beneficios médicos y terapéuticos de los derivados de esta planta. Ya son nueve los países de América que contemplan su uso medicinal, y a ellos se suman cuatro países adicionales que también permiten el uso adulto responsable.

En Argentina, la sanción de la Ley 27.350 en el año 2017 dio el puntapié inicial para el surgimiento de la industria pero recién “en noviembre del 2020 que un nuevo decreto reglamentario propiciaría las condiciones institucionales para mejorar la interacción entre el complejo científico-tecnológico y el sector productivo”, resaltó. 

Actualmente, diez empresas públicas provinciales y más de 150 empresas privadas que integran la Cámara Argentina del Cannabis (Argencann) ya se dedican exclusivamente a la temática y más de 80 municipios impulsaron legislación sobre el tema, completó el especialista.