Brenda Mena es una joven no vidente de Oliveros, que empezó a estudiar locución en el año 2013. Al principio, pusieron trabas en su camino y le dijeron que no iba a poder, pero nunca dejó de confiar en que era la profesión que amaba y mucho menos bajó los brazos. Este jueves rindió su última materia y se recibió: “Es un orgullo personal”, expresó a IRE.
“Empecé a estudiar porque es una profesión que siempre me gustó, que me acompañó desde muy chica. Escuchaba radio con mi abuela y era mi compañía todo el tiempo, mi sostén”, confió Brenda a IRE, tras rendir con éxito Historia del Arte.
Y agregó: “Pude pasar el examen de ingreso sin ningún problema, tuve un curso muy atento, todos trataban de darme una mano y cada vez me empezó a gustar más. En 2015 terminé el cursado, después por problemas personales se me fue complicando para rendir.
“Al principio me pusieron trabas, me dijeron que no iba a llegar a terminar y frente a la negativa, surgieron un montón de incógnitas, que en su momento no me parecieron incoherentes, pero finalmente me dijeron que tenía las puertas abiertas”, recordó Brenda.
Hasta no hace mucho, solo le quedaba rendir dos materias para finalmente alcanzar el objetivo. En el mes de noviembre aprobó la primera, Música Aplicada y este jueves la última, Historia del Arte, con ocho.
“Es un orgullo personal y un agradecimiento a los profesores que se pusieron la 10, que le buscaron la vuelta para adaptar los materiales para ayudarme, fueron un montón de desafíos que fuimos sorteando codo a codo con los profesores”, expresó.
Y abundó: “Me llevo un montón de cosas y recuerdos lindos del ISET. Todavía no caigo en que después de casi seis años de haber terminado el cursado, puedo decir que tengo el titulo de locutor nacional, es un orgullo. Son sensaciones muy lindas”.
“Las expectativas están puestas en poder hacer lo que me gusta, lo que es mi pasión. El apoyo de los medios fue lo que me inspiró a querer ser lo que locutores, periodistas y medios en general fueron para mi. Agradezco siempre el apoyo de la gente que me rodea que siempre me da aliento, tratando de que la siga peleando, de que no me caiga”, finalizó.
En adelante solo resta rendir el examen habilitante para obtener la matrícula en el ISER de Buenos Aires. Si bien aún no tiene fecha de cuándo ni cómo será, no cabe duda que será otro desafío que está dispuesta a sortear.