Presentamos, en diálogo exclusivo, al nuevo Cura Párroco José Benitez, quien dijo: “Creo que lo que tengo que hacer es lo que me dice Jesús: que no hay que quedarse encerrado sino hay que salir a visitar a la gente, ver a los enfermos, a los abuelos, y a las famlias que estén pasando necesidades. Les pido a los que estén pasando por momentos dificiles, que no duden de llamarme, sin ningún temor”.
Respecto de su agenda, el Cura declaró: “En la medida que la gente me lo vaya requiriendo, iré visitandolos, dedicaré el horario de la mañana para visitar a los enfermos, y por la tarde visitaré a las familias del pueblo”.
Sobre sus orígenes, Benitez expresó: “Vengo de una famimlia de 14 hermanos, soy el cuarto varón. Tengo muchos sobrinos y sobrinos nietos, nací en Florencia, y nos mudamos a Bogado. Desde los cinco años nació mi vocación por el sacerdocio. Ingresé a mis treinta y tres años al seminario. En diciembre, celebraré mis bodas de plata sacerdotales”.
“La alegría de ser sacerdote, estar disponible para las necesidades de ustedes, responde a mi llamamiento, Dios me llamó para ser sacerdote, para ustedes: eso me lo inculcaron mis padres, a olvidarnos de nosotros y ver las necesidades de los hermanos, como cuando en el monte rezabamos el Santo Rosario en familia, e invitabamos a los vecinos, y ahí nos fuimos congregando”, narró el Sacerdote.
José Benitez, tambíen se refirió al Sumo Pontífice: “Al Papa Francisco lo ví tres veces, cuando era Cardenal, en encuentros fraternos. Era mucho más osco y serio de lo que es ahora, se ve que el pontificado le renovó la alegría que expresa en su manera de ser hoy. Siempre me ha dado consejos muy útiles, como se los da a la comunidad cristiana”.
Sobre su plan en Oliveros: “De acuerdo a las necesidades, uno va implementando la parte pastoral a lo más hermoso que tenemos, que es escuchar a Dios, y abrir el corazón a Dios, quien nunca nos va a abandonar, depositando la confianza en Él”.
En cuanto a la misión de su traslado, el Padre Pepe, expresó: “Me pidió el Obispo que viniera, para levantar el pueblo en la parte espiritual, sobre todo en los niños y jovenes. Hoy visité la Escuela Secundaria, para que la gente no se sienta abandonada de Dios, que sería lo peor que nos puede pasar. Les pido paciencia porque son muchos y yo soy solo, iré a visitarlos las veces que pueda, no una vez, sino varias”.