Fueron horas de intenso trabajo. Un hombre del pueblo se encontró con que una casa familiar, que tenían de uso de fin de semana, estaba completamente saqueada. Le habìan llevado todo y roto lo que quedaba que incluía vídrios y sanitarios. Luego de la denuncia, en 24 horas llegò la orden y se produjo el allanamiento con resultado positivo: Lo sustraído lo tenía una familia vecina.
Dos moviles policiales se acercaron a la casa con una orden de allanamiento, luego de conversar con los propietarios procedieron a revisar y encontraron la mayoría de los objetos que habían sido sustraídos.
En principio fue de: cuatro sillas de algarrobo, ocho almohadones, una mesa de luz con piedra de mármol, dos colchones de dos plazas, dos colchones de una plaza, vajillas varias y un espejo. El fiscal Ortigoza determinó que quede madre e hija en calidad de demoradas hasta tanto continúe el procedimiento.
Poco después, otro miembro de la familia acudió a la sede policial y entregó un juego de living de caña y una mesita de luz. Una hora después llegó otro y dejó bajo su voluntad una mesa ratonera, una mesa de algarrobo y dos sillas de algarrobo. Completando así la totalidad de los elementos robados.
Luego de que se realizaran los trámites de rigor todos recuperaron la libertad.