Todo sucedió ayer a la tarde, alrededor de las 18 horas. Un vecino de ruta 11 a la altura del kilómetro 355 escuchó ruidos de mazazos, alertó al dueño de casa que sin dudar acudió. La sorpresa fue que encontró la puerta principal rota y se topó con un ladrón que salía corriendo. En medio de la huída tiró un caño, parte de la instalación de su pileta. Acompañado por efectivos de la comisaría 12da en una recorrida por la zona, encontraron en las inmediaciones a cinco albañiles de Rosario, uno de ellos coincidía con las descripciones exactas de la persona que vio en su propiedad minutos antes.
Un llamado a tiempo hizo que lograran dar con los ladrones de una vivienda sobre ruta 11 en Oliveros. El propietario fue avisado de que se sentían ruidos fuertes desde su casa y desesperado regresó. Cuando llegó vio que la puerta principal con las rejas, que da al cardinal este, estaba rota en la pared del lado de las visagras. Pero no fue la única sorpresa sino que observó salir desde el interior a un hombre que llevaba consigo elementos.
El ladrón intentó escabullirse en un terreno lindero tirando los caños. Resulta que poco después confirmaron que la instalación de la bomba de la pileta la habían desprendido por completo. Con acompañamiento de los oficiales de la comisaría 12da llevaron adelante un relevamiento en la zona, y dieron con parte de lo hurtado que el malviviente había descartado al ser sorprendido in fraganti por el dueño de la casa.
Pero, avanzando unos metros más, encontraron a cinco albañiles de Rosario trabajando en una obra en construcción en un terreno cercano. Uno de ellos estaba vestido igual al masculino que estaba en su casa y coincidía con los rasgos físicos. Inmediatamente el personal policial trasladó a los hombres a la sede en carácter de detenidos.
El doctor Lucente, en turno en la fiscalía, determinó que se requise el vehículo en el que circulaban y se los notifique de la causa de robo en grado de tentativa, pero una vez concluido el operativo de rigor quedaron en libertad.