Todo fue muy rápido pero la desilusión enorme. Una mujer de tercera edad estaba hablando por teléfono, dejó el aparato en confianza sobre el mostrador y se puso a elegir su compra. Pagó y se fue. A la cuadra se dio cuenta y regresó pero el aparato ya no estaba. En el negocio había otro cliente y quien atendía pero ninguno dijo saber qué había pasado. “Pedimos que se lo devuelvan y no sean tan malos”, reclamó Candela su nieta en IRÉ.
La situación se dio el domingo y todavía indignada la nieta de la señora afectada decidió contar lo sucedido en IRE: “Mi abuela fue a comprar al negocio, estaba hablando por teléfono conmigo, corto y lo dejo arriba de mostrador”. Y aclaró que significa que “hay confianza para dejarlo y que nadie se lo lleve”.
Pero, no fue lo que pasó: “Ella se fue y se lo olvidó. No camino ni una cuadra que se acordó y lo fue a buscar. Pero ya no estaba”, enfatizó la joven indignada por el suceso en el pueblo donde la confianza y la tranquilidad son los valores que predominan.
Al tiempo que aclaró que al momento del suceso “solamente había una persona más en el negocio, además de la que atiende”. Y ambos les dijeron que no sabían qué había sucedido, como que tampoco acudió nadie más a comprar en ese lapso de tiempo posterior.
Candela, explicó que el aparato su abuela lo usa “con cosas de la iglesia y para trabajar”. Además de que apenas hace un año que se lo compro y cerró: “Pedimos que se lo devuelvan y no sean tan malos”. El dato extra es que el teléfono sigue activo.
Si tenes algún dato comunicate con la comisaría 4ta de Maciel o con producción para convenir los datos de las víctimas del robo.