La idea pretende generar análisis de sangre que permitan detectar cáncer en una persona sin que tenga síntomas anteriormente, lo que significaría tratar la enfermedad de forma temprana. Aunque no tenga resultados definitivos, promete ser viable y genera esperanza.
El estudio, coordinado por la oncóloga Deborah Schrag, se presentó como pionero en el diagnóstico temprano del cáncer a través de un test que detecta si hay presencia en la sangre de ADN tumoral circulante, derivado del tumor, aún cuando no hay señales de la enfermedad en el paciente.
La investigación, realizada por oncólogos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, basa sus resultados en análisis de sangre realizados a 6.621 personas mayores a 50 años que no habían sido diagnosticadas de cáncer ni tenían síntomas de la enfermedad.
Los oncólogos entienden que la detección temprana del cáncer con un test de sangre podría abrir una nueva era para descartar la presencia de la enfermedad y bajar la mortalidad y morbilidad por cáncer, no así su incidencia.
Una desventaja de la prueba es que los falsos positivos pueden conducir a una serie de procedimientos invasivos para el paciente, como endoscopias o biopsias, aunque pocos participantes los requirieron.
Además, profesionales de la salud que investigan esta nueva idea, subrayan la importancia de este tipo de test para el diagnóstico precoz en cánceres como el de páncreas, intestino delgado o de estómago, en los que aún no existen otras opciones de cribado generalizadas.