Un desmedido operativo policial rodeó esta tarde la planta de Volkswagen, en General Pacheco (Tigre), ante el anuncio oficial por parte de la compañía sobre la suspensión de 600 trabajadores. Mientras los obreros comenzaron a recibir telegramas, camiones hidrantes, móviles de Gendarmería y de las policías Bonaerense y local rodearon la fábrica.
Las suspensiones comenzaron con los trabajadores del turno mañana pocos minutos antes de que terminaran su jornada laboral, y eran informadas por los supervisores de cada sector. “Les hicieron firmar suspensiones por 30 días, pero les dijeron que pasado ese plazo les iban a llegar telegramas para informarles qué pasará el resto de los meses”, señaló Javier Aparicio, trabajador de Volkswagen.
Además, el trabajador informó que, ante la incertidumbre, muchos trabajadores planeaban quedarse al concluir sus turnos en las oficinas de los superiores para conocer cuál era su situación. “Salían varios de la oficina muy angustiados, porque a algunos les había tocado”.
La empresa Argentina presenta una contracción del 35% del mercado local y una caída del 50% de la industria brasileña que repercutió en la producción nacional, hoy está en un 45% de su capacidad, y en una la caída del 80% de las exportaciones brasileñas. En un mes, la firma evaluará cómo continúa.