Sin embargo, sea cual sea tu objetivo, hay una serie de consideraciones muy importantes a tener en cuenta para definir si el campo que estás viendo es o no una buena compra. Acá encontrarás esa información relevante para que no erres en tu decisión.
Por qué comprar un campo
La tierra siempre formó una parte central en la cartera de inversiones de aquellas personas con el suficiente dinero, y probablemente siga siéndolo durante mucho tiempo más. Sin embargo, adquirir un campo es mucho más que simplemente comprarlo y alquilarlo. Es tener el deseo de formar parte del mundo rural de manera productiva, poniéndolo a trabajar. Para ello es importante que se conozcan de antemano las condiciones climáticas de la zona, con el fin de no correr tantos riesgos en un sitio en el que, por ejemplo, abunden las sequías.
Cualquiera sea el deseo del comprador, invertir en campos en venta es algo para unos pocos apasionados a este mundo. Sin importar la explotación que se quiera realizar de la tierra, esta se caracteriza por brindar una fortísima sensación de arraigo, de que el comprador pertenece a esas hectáreas. Más que una simple inversión, pasa a formar todo un estilo de vida en sí mismo.
Resguardo de la inversión
Si hablamos estrictamente de lo económico, es posible conseguir buenas rentabilidades siempre y cuando la suerte esté un poco inclinada para nuestro lado. Más allá de eso, lo que atrae a tantos comparadores a sitios como, por ejemplo, Agroads, es que la tierra es un resguardo de la inversión. Al ser un recurso codiciado y finito, nunca perderá valor pero sí ganará demanda. La curva de evolución en el precio de las tierras siempre fue y será ascendente.
Qué considerar antes de invertir
Para mitigar la mayor cantidad de riesgos y estar seguros de la inversión que iremos a realizar, es necesario conocer al detalle los 3 puntos que te contaremos a continuación.
Gastos de mantenimiento
Un punto que no tanta gente le da la importancia que debería. Es clave mencionar que los pagos no terminan a la hora de ejecutar la compra de un producto, luego de eso hay que seguir sumando gastos corrientes o de mantenimiento, como por ejemplo al comprar maquinaria agrícola usada que a veces necesita de reparaciones por daños propios del uso que puedan llegar a surgir en el futuro. Además de ello, para poder usar legalmente las máquinas hay mucho papelerío a completar y todo eso implica una suma de dinero interesante.
¿Disponemos de un lugar seguro para almacenar la maquinaria?
Otro de los aspectos clave y que las personas tienen menos en cuenta aún que el anterior. Una vez que termina la jornada laboral, debemos tener un lugar seguro para guardar la maquinaria agrícola usada para que esta no se estropee, y si es nueva para que no comience a degradarse. Es la mejor manera de garantizar que al día siguiente volverá a servir y no tengas que rezar para que no llueva con granizo o demás inclemencias. En el caso de no tener un local propio, estarás obligado a alquilar o edificar, dos alternativas que pueden implicar un costo extra bastante alto. No obstante, la edificación puede ser una gran opción para no tener gastos extra a futuro con un alquiler.
Los gastos de compra
Con los gastos de compra, nos referimos a que primeramente es necesario que te preguntes si tenés el dinero suficiente para efectuar la adquisición. En caso de que la respuesta sea negativa, debés tener en claro hasta qué punto poseés créditos asumibles para afrontar los costos, y en caso de que efectivamente te den el crédito, si contás con propiedades varias que te servirán a modo de respaldo para saldar la compra.
La realidad es que puede darse una situación muy complicada si terminás muy justo de dinero y dependés de que las condiciones climáticas no arruinen la producción del campo y, por ende, tu sustento.