El inicio del mes donde se desarrollará el ballotage presidencial trajo consigo un aumento significativo en los precios de los combustibles en todo el país. Las principales petroleras del mercado, entre ellas YPF, Axion y Shell, confirmaron un incremento del 7,6% en sus precios de surtidor.
Durante la última semana, las estaciones de servicio experimentaron una escasez de nafta y gasoil, lo que llevo a largas filas de automóviles y demoras en el abastecimiento. Ante la posibilidad de quedarse sin combustible, muchos usuarios mostraron temor para cargar sus tanques.
Además del aumento en los precios, el ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa anunció la postergación de un aumento de impuestos que afecta al precio del litro de combustible. Esta medida busca suavizar el impacto económico para los consumidores y contrarrestar los incrementos aplicados por las petroleras.
El contexto de estos aumentos se da tras la victoria del oficialismo en las elecciones generales del 22 de octubre. Desde entonces, los precios de los combustibles se convirtieron en un tema problemático y de gran preocupación para la población.
En respuesta a la escasez de combustible, muchas estaciones de servicio implementaron cupos para distribuir el stock disponible entre los distintos consumidores. Esta medida busca garantizar un abastecimiento equitativo y evitar un desabastecimiento total.