El gobierno de Mauricio Macri prepara varias medidas posteriores a las elecciones legislativas, un conjunto de leyes e iniciativas para los próximos veinte años de la Argentina, así lo definió recientemente el propio presidente.

Reformas tributarias, fiscal, previsional y política (que incluye cambios en el financiamiento de campaña), cambios en la ley de ética pública, en los organismos de control y en el Poder Judicial, son algunas de las modificaciones “de largo plazo” que la Casa Rosada pretende activar tras los comicios.

En ese sentido, Hacienda y Trabajo proyectan una amplia reforma tributaria (para después de los comicios) que elimine impuestos, aportes y contribuciones, incentive las contrataciones en blanco y aplique multas para los empresarios que contraten empleados en negro.

También está en carpeta una ambiciosa reforma previsional, de la que se conocen pocos detalles y no incluiría una suba en la edad jubilatoria.

Hacienda prepara, junto a los gobernadores, una nueva Ley de responsabilidad fiscal que apunta a la reducción del gasto provincial o, al menos, a mantenerlo estable hasta 2023. Incluye un artículo que prohíbe la contratación de personal a los mandatarios a partir de los últimos seis meses de gestión.