Según un informe avalado por una agencia privada, el litro de leche vacuna es la más cara en el ranking mundial, por dentrás de la leche canadiense. Según especialistas, se debe a la altísima presión fiscal que sufre la industria láctea.
El Centro de Almaceneros, Autoservicios y Comerciantes Minoristas de la provincia de Córdoba presentó un ranking con el valor del litro de leche vacuna en el mundo. El informe determinó que los argentinos pagan el segundo precio más alto para adquirir el producto (1,55 dólares), detrás de Canadá (1,86 dólares).
Entre los primeros veinte lugares se encuentran otros cuatro países sudamericanos: Perú (1,44 dólares), en el puesto 14; Brasil (1,07), en el 17; Ecuador (1,08), en el 18; y Chile (1,03), en el 19.
El precio del litro de leche vacuna en Argentina “se encuentra desfasado y desequilibrado” del valor internacional, lo que causó “un abrupto descenso en su consumo y el encarecimiento de sus (productos) derivados”, agregó el Centro de Almaceneros cordobés.
El estudio pone de manifiesto que “Argentina durante el 2017 rompe los estándares internacionales -respecto al precio al consumidor de la leche fluida – perjudicando de manera directa a los consumidores”.
Los productores lácteos aseguran que el sector se encuentra en una crisis que provocó en el último tiempo el cierre de tambos.
Además, según datos de la Subsecretaría de Lechería, en 2016 los argentinos consumieron, en promedio, 40,1 litros de leche por habitante, la cifra más baja desde 2002 y 2003, los años posteriores a la peor crisis económica y social del país.
En ese contexto, la principal cooperativa láctea de Argentina, SanCor, atraviesa una profunda crisis financiera que llevó a sus directivos a paralizar varias de sus plantas y avanzar en un proceso de reestructuración para evitar el cierre.