A a partir de la decisión del gobierno nacional de liberar el mercado, las empresas petroleras empezarán a ajustar los precios de la nafta y el gasoil, con subas que rondarían el 10 por ciento, este aumento se vería en los lugares de expendio una semana después de las eleciones generales de este 22 de octubre.
El presidente de la Federación de Entidades del Combustible, Juan Carlos Basílico, reconoció que es inminente el aumento de los combustibles y señaló que por ahora hay silencio tanto de la Secretaría de Energía de la Nación, como de las empresas.
El dirigente estimó que el gobierno y las petroleras podrían acordar que el incremento se ubique en un rango de entre 6 por ciento y 7 por ciento teniendo en cuenta el impacto directo que tienen los combustibles en el proceso inflacionario.
Si la aceleración de la inflación se mantiene en este último trimestre podría complicarse la meta establecida por la autoridad monetaria para el año que viene, que se ubica entre el 8 por ciento y el 10 por ciento.
Según las principales refinadoras, la suba estaría en línea con lo dispuesto a partir del 1º de este mes en el canal mayorista, donde se aplicó un alza del 10 por ciento al 11,5 por ciento, incluyendo la eliminación de algunos descuentos, por lo que es probable que las naftas tengan un incremento de algo más que el 10 por ciento y el gasoil un 8 por ciento.
Hasta ahora, durante el año 2017 hubo un aumento promedio del 8 por ciento en enero, una baja del 2,5 por ciento en gasoil y del 0,1 por ciento en naftas en abril, y un incremento del 7 por ciento en julio pasado.
El gobierno nacional anunció a fines de septiembre la liberación del precio de los combustibles. La puesta en marcha de la desregulación en los precios estaba pautada para el próximo año, pero el Ministerio de Energía decidió adelantar la modificación.
Hasta entonces, la actualización del precio de los combustibles se realizaba cada tres meses en función de lo pautado con las compañías, de acuerdo con una fórmula integrada por el precio internacional del petróleo, el de los biocombustibles y el dólar.