La petrolera YPF aumentó desde la medianoche un 2,5 por ciento las naftas y un 1,75 por ciento el gasoil en todo el país, un alza que resultó morigerado por decisión del gobierno nacional, y que responde al incremento del precio internacional del crudo Brent, el Impuesto a los combustibles líquidos, de los biocombustibles con los que se cortan las naftas y el diesel.
Con esta decisión quedaron descartadas las especulaciones que se venían realizando en los últimos días en el sector en torno a la posible baja de los precios en las estaciones de servicio, y ratificó la postura de las petroleras de no absorber el costo impositivo y traspasarlo íntegramente a precios.
Desde la compañía que controla un 57 por ciento del mercado, se informó que el aumento rige desde el primer minuto de julio y destacó que los incrementos, previo a impuestos, están por debajo a la inflación estimada de junio de acuerdo a proyecciones privadas.
Se trata del quinto aumento del año en el segmento de venta minorista de combustibles, y en las próximas horas se espera que comuniquen aumentos similares el resto de las empresas como Axion, Shell, Puma y Dapsa.
Los nuevos valores de referencia de YPF desde hoy en la ciudad de Buenos Aires son para la nafta súper 43,81 pesos, hasta ahora 42,64 pesos; nafta Infinia 50,43 pesos; diesel 500 40,94 pesos e Infinia diesel 47,92 pesos.
La petrolera de mayoría accionara estatal destacó que el aumento del 2,5 por ciento naftas y 1,75 por ciento gasoil pudo ser moderado por la decisión del Gobierno de aumentar parcialmente el ILC, pero además se planteó la tendencia a la baja que registró el dólar en los últimos 30 días.
El gobierno decidió el viernes postergar una parte del aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos y sólo actualizar en julio 3,9 por ciento su valor, cuando el ajuste debería haber sido de 11,8 por ciento por litro.
A fines de mayo, la Secretaría de Energía ya había postergado el incremento que debía regir a partir del 1 de junio para este impuesto que es de actualización trimestral y está atado a la evolución del índice de precios mayoristas.
En este sentido, el impuesto es desde hoy de 6,13 pesos a 6,37 pesos por litro de gasoil, debería haber pasado a 6,85 pesos; y de 9,94 pesos a 10,33 pesos por litro de nafta, debería haber pasado a 11,11 pesos.
Las empresas toman como referencia para decidir su política de precios, los movimientos del precio del crudo internacional tipo Brent, que en junio se incrementó un 5,68%, el impuesto a los combustibles que fue de 3,9 por ciento y el de los biocombustibles que registraron alzas autorizadas por el Gobierno del 3,5 por ciento.
A comienzos de junio, las marcas aumentaron sus productos en un promedio del 1,5% pero en aquel momento la decisión de postergar la actualización tributaria evitó un incremento de otro 1,5 por ciento según se estimó oportunamente.