En el marco del lanzamiento de campaña, Jorge Marucco se mostró junto a todo su equipo del Partido Demócrata Progresista. El lunes a la tardecita, hubo hasta una pantalla gigante que iluminó el bulevar. El ex jefe comunal, no se prohibió hablar de nada: lo acusó a Pedro Tobozo de “chorro”, bromeó con su estado de salud, avanzó en sus proyectos y se lo vio confiado en obtener una victoria.
Al culminar, todavía emocionado Jorge Marucco dialogó con IRÉ y se definió: “Soy un gringo de campo que no tengo grandes estudios más que una carrera terciaria, pero lo único que sé hacer es el bien para Maciel. Los votantes no me entendieron en algún momento, que yo más que nadie quiero a Maciel. Podría estar tranquilo en mi casa, mi situación es para vivir cómodo pero al ver un pueblo devastado, no puedo con mi genio. Por lo menos dos años los voy a acompañar”.
En un contexto de intervención, la historia de la asunción de Marucco en 2006 no pasó desapercibida, al respecto enfatizó: “Me animo a decir que soy un piloto de tormentas, cada vez que el pueblo lo necesita vengo a apagar el fuego, espero que no se equivoquen votando, porque esta es la última vez que me postulo como candidato. Si gano estas elecciones, cuando termine voy a tener 75 años, y ya es hora que me quede en mi casa”.
Asimismo opinó de la crisis institucional que atravesó la comuna: “Sabía que iba a pasar, Pedro Tobozo había sido minoría en mi comisión, este tipo es tan mentiroso, tan mitómano, al punto de creerse las propias mentiras que inventa. Yo sabía que quería entrar a la comuna para chorear, porque tuvo una charla conmigo antes de las elecciones y me dijo que él se bajaba de la candidatura si yo le daba un puesto efectivo en la comuna, ese es Tobozo”.
Y no dudó en definir el rol que desempeñó Cristina Gomez, quien ocupó su espacio tras su renuncia y la del vice de aquella lista: “Cristina, Lamboglia en su medida y Severo en otra, llevaron todo adelante, sobre todo Cristina que se comió todos los garrones por eso le pedí disculpas. Le deje una mochila muy grande, yo me hubiera agarrado a las trompadas, lo que me hubiera hecho mal a mí personalmente, hubiera terminado internado o en el cementerio, por eso decidí que no, yo con este tipo no podía congeniar ni siquiera media hora, somos el agua y el aceite, es imposible juntar un inoperante con alguien que tiene muchas ganas de trabajar”.
Por otra parte, aseguró que el interventor le mostró distancia: “Viene con instrucciones muy precisas de Santa Fe, que no se tiene que relacionar con ningún candidato y menos con la Democracia Progresista, porque quedó muy manoseado con el tema de la intervención”.
Respecto de su estado de salud que preocupa a muchos vecinos, garantizó: “Después de este último service, que me pusieron un marcapasos, puedo decir que estoy bien, antes caminando me agitaba, ahora no, antes no tenía ganas de nada y ahora sí, la vista es el problema que me queda, para leer tengo problemas, pero hay gente que me va a ayudar”. Y concluyó: “Tengan confianza en mí, yo estoy muy bien, estuve internado pero nunca estuve en riesgo de vida. Estoy bien, la cabeza me trabaja bien”.