Morena Sola es una pequeña de Monje que tiene una luz particular. Su brillo opacó cualquier prejuicio y con la pasión que siente por la pelota le enseñó a todos que el fútbol no es sólo de varones. Fue reconocida a nivel internacional por eso, y hasta ganó un viaje al mundial de Rusia. En ésta ocasión, encontró en su casa un disfraz de Papá Noel, se lo puso y salió a buscar niños para regalarles una sonrisa. 

“No sabiamos nada, nos sorprendió a todos”, confió en IRE Luciano, su papá. La pequeña deportista sigue haciendo de las suyas, pero con una línea clara en el camino de la solidaridad y el amor. 

Al primero en sorprender fue a su pequeño hermano, pero como tuvo un lindo efecto agarró la bicicleta y sacudió el domingo en su barrio. No llevó nada, sólo el traje rojo pasó y se empezaron a tejer las ilusiones. 

Un gesto, una sonrisa, un animarse. Y el domingo previo a las fiestas, en un 2020 tan particular, se vistió de alegría. Morena, casi sin querer, vuelve a darnos una lección: Lo enorme de los pequeños gestos.