El hombre se convirtió en un personaje entre típico y épico. Siempre vestido con atuendos tradicionales, estaba junto al camino Real cada día en el Boliche de Perez. Le daba un toque especial, con historias y anécdotas que contar. Días atrás tuvo una afección en su salud, fue internado y finalmente hoy murió. Seguro la región lo extrañará.
A Bartolomé Ambrosioni parecía no pasarle el tiempo, era una ironía al destino que en el boliche tradicional él estuviera acompañando la postal. Así conquistó muchisimos amigos a lo largo y lo ancho de la región que hoy lo despiden con gran tristeza.
“Se fue el último gaucho de la región”, confió a IRE Pedro Severini, presidente comunal de Monje. “Hoy llora el boliche de Perez y la región. Se nos fue uno de los últimos criollos de ley que quedaban”, describió otro usuario en redes sociales.
A Bartolito lo habían reconocido en la última fiesta de destrezas realizada en Monje en noviembre pasado. Fue en predio del ferrocarril y congregó a más de dos mil personas. Hubo grupos folklóricos, desfile gaucho, destrezas criollas, costillar a la estaca y dos reconocimientos especiales por sustener las costumbres: A él y a su compañero Hector Perez.