Horas de enojo y angustia atraviesan los integrantes de la comisión del club Granaderos de Monje. Por segunda vez en dos semanas sufrieron vandalismo en sus instalaciones y esta vez además robaron cables, que eran prestados, y dos motoguadañas. “Es todo a pulmón. Un hecho de vandalismo ya molesta, y el robo mucho peor. Estan robando algo que días antes o días después les va a dar un lugar para estar”, cuestionó en IRÉ Rafael Zuccalli, el presidente de la institución.

El presidente de Granaderos de Monje decidió hacer un descargo en redes sociales inmediatamente constataron el robo, en paralelo hay cámaras de seguridad que dan cuenta quienes y cuando cometieron el ilícito. “Estas exposiciones no nos gustan pero creemos que ya no hay más formas de parar todo esto que nos está pasando. A nosotros y a un montón de clubes de barrio que no tienen ya más formas de subsistir”, planteó.

Y explicó el contexto al aire en IRÉ: “Hace unos quince días estábamos en una fiesta que habíamos hecho para recaudar para poder subsistir: pagar la luz, el agua, arreglar, comprar cosas para los chicos, para los grandes, para todo. Estábamos en la fiesta y la gente que estaba limpiando los baños nos comunica que nos habíamos quedado sin agua. Fuimos a ver qué pasaba con la bomba y nos enteramos que habían roto toda la caja trifásica que alimenta una parte de luz del club y la bomba que abastece los tanques de agua”.

Confirmaron que habían vandalizado pero “no se habían llevado nada, creíamos que había sido de maldad solamente. Con mucho esfuerzo pudimos hacer una cena, una venta, y reponer las cosas para hacer a andar todo”. Una semana después lograron adquirir los insumos dañados e instalarlos.

Pero, no fue todo: “Cuando volvimos esta semana al club a seguir las actividades diarias y nos enteramos que nos volvieron a romper la caja trifásica, nos llevaron una prolongación que es de la cooperativa de Monje, nos rompieron todo el tablero de la bomba en la casita que está en la pileta. Forzaron y rompieron el portón de entrada, uno de los portoncitos corredizos que hay en la entrada del club, de la parte de los asadores para adentro del club. Entraron, rompieron lo que había a su alrededor y nos llevaron, junto con la trifásica, dos motogüadañas que se imaginan lo que nos costó comprar”.

“Entraron, rompieron lo que había a su alrededor y nos llevaron, junto con la trifásica, dos motogüadañas que se imaginan lo que nos costó comprar”

Al enojo se le suma la indignación de que el daño se le hizo al club, en ese sentido llamó a la reflexión: “Estamos en un pueblo chico, hay muchas formas de salir adelante, no es necesario esto. El club siempre da la posibilidad, nuestro trabajo es social. Ojalá devuelvan lo que se llevaron que nosotros no tenemos intención de juzgar”.