Al igual que todos los años, Silvia Hernández, la Directora de la Escuela de Enseñanza Media de Monje no duda en asegurar que este 2016 ha sido un año positivo para la institución.
“Siempre el año es positivo porque uno trabaja constantemente. Lo que salió mal o no estuvo bueno habrá que trabajar para mejorarlo y corregirlo el año próximo. Pero creo que en todas las escuelas siempre el año es positivo, porque se hacen cosas con los recursos y las herramientas que se tiene, con las posibilidades que la escuela tiene; en todas las instituciones se trabaja por y para los chicos”, destacó la profesional al mismo tiempo que reconoció a sus pares.
Al consultarle por el trabajo diario con adolescentes y las expresiones de muchos que tildan a los chicos de “terribles”, la Directora manifestó: “Siempre los chicos fueron terribles entre los 13 y los 18 años; no es una cuestión de ahora. La adolescencia es una etapa muy importante de la vida, como los son también la niñez y la adultez. Los adolescentes son adolescentes y hacen lo que se hace en esa edad. Nada raro. Ahora, lo que está embromado si así podría decirse, o peligroso es el entorno de los chicos. La calle que es compleja y también los adultos. No hay que culpar siempre al chico de todo, muchas veces la responsabilidad es del adulto o de los adultos que lo crían”, expresó.
Específicamente en el plano de los contenidos, la Directora destacó a la Profesora de Geografía, María de los Milagros Vázquez, conocida como “Moni”. “Hace muchísimos años, Moni participa de las Olimpíadas de Geografía. Ya el año pasado, un alumno de segundo año llegó a competir en las instancias nacionales. Y este año, presentó a una alumna de sólo 14 años que obtuvo el segundo puesto. Sinceramente fue una alegría muy grande y un premio que la profesora se merecía porque dedica mucho tiempo a sus alumnos tanto dentro del aula como por fuera”, reconoció.
Al finalizar y, teniendo en cuenta que el año venidero se encuentre fuera del sistema, tal como lo manifestó, la docente dejó un mensaje sentido a sus alumnos. “El deseo para nuestros chicos es que estudien siempre; que investiguen, que pregunten, que lean, que conozcan, que incorporen el mundo dentro de uno, es la única posibilidad de ser libres. Estar capacitados te permite discernir lo que está bien de lo que está mal. Pero además que hagan aquello que realmente les guste, porque lo que a uno le gusta es lo que hace bien. Ese es mi deseo desde hace 30 años”, culminó.