Con el objetivo de asegurar el servicio de agua potable en la región, en un contexto de pandemia donde su prestación es fundamental para el cuidado de la salud y en medio de la histórica bajante que desde hace dos años afecta al sistema del río Paraná, desde Aguas Santafesinas tomaron diferentes medidas de acción sobre el acueducto de Monje para compensar y garantizar su continuidad. A su vez, piden a los usuarios tomar conciencia para un consumo más prudente y responsable.
En diálogo con IRE, el asistente de Gerencia de Aguas Santafesinas, German Nessier, afirmó que desde el año pasado se realizan operaciones del servicio en todas las plantas potabilizadoras emplazadas a lo largo de la provincia, tales como modificaciones o refuerzos en las instalaciones de captación de agua, entre otros.
El escenario preocupa no solo por los registros concretos de valores muy bajos del nivel del río, sino que también por su prolongación en el tiempo. Es que la situación se sostiene desde el año pasado y según los pronósticos brindados por el Instituto Nacional del Agua (INA), se seguirá intensificando.
En el caso particular del acueducto ubicado sobre el río Coronda en Monje, se debieron reubicar dos bombas y se incorporó una nueva para garantizar el abastecimiento que llega a 13 localidades a través de los operadores locales como municipios, comunas o cooperativas, que son quienes brindan localmente el servicio.
En ese sentido, Nessier detalló: “Por la bajante del año pasado, el recinto exigió incorporar bombas adicionales para que puedan mantenerse operativas las bombas de captación y como ya se vislumbraba un escenario que se iba a extender en el tiempo, la empresa definió medidas estructurales que tuvieron que ver con modificaciones de ingeniería sobre el muelle de toma”.
Asimismo apeló a la consciencia, y solidaridad por parte del conjunto de los usuarios, para hacer un uso prudente, inteligente y responsable del servicio, que es escaso y que en un escenario complejo como el que se atraviesa actualmente, es difícil garantizar su prestación.
“La empresa hace todos los esfuerzos a su alcance para asegurar y sostener la prestación del servicio, con un escenario que sin duda es complejo, histórico y extraordinario, al cual debemos adaptarnos como usuarios. Es importante que seamos conscientes tanto de este escenario, como de la coyuntura de la pandemia, ya que usamos el agua para cuidar nuestra salud”, sostuvo el asistente de gerencia.
Por otra parte, indicó que las condiciones del río pueden mejorar a partir de la recarga del sistema del Paraná en la alta cuenca, pero esto ocurre principalmente con las lluvias y justamente por las variabilidades climáticas, actualmente escasean.
Siguiendo esa misma línea, explicó: “Las represas son reguladoras, pero no alimentan al río. Simplemente regulan y pueden ayudar con liberación de caudales adicionales a los normales, pero son una solución muy transitoria. El sistema del río necesita recargarse en sus nacientes, con el agua de lluvia”.
Por último y a modo de reflexión, sentenció: “Una vez que se corrijan estas variables podemos disponer un poco más del servicio, pero creo que nos va a quedar la lección de que estábamos acostumbrados a ver el río como una fuente inagotable de recursos y en realidad el recurso agua en nuestro planeta es un recurso finito, que tenemos que cuidar y aprovechar muy prudentemente”.