Una biotecnóloga oriunda de Monje, realizó un proyecto de desarrollo de herbicidas naturales, que actualmente están siendo evaluados en el exterior para comprobar su eficacia. Con simpleza, la joven profesional narró su mundo de investigaciones. Se trata de tres prototipos que se desprenden de más de diez años de investigación.
Lucía Travaini, realizó la escuela primaria y secundaria en Monje, continuó estudiando biotecnología en la Facultad de Bioquímica de Rosario y concluyó con un doctorado. Dialogó con IRE y detalló: “Lo que hacemos es desarrollar herbicidas, y a futuro planeamos estudiar otras actividades como bioestimulos y biopesticidas, a partir de extractos de plantas. La idea nació del doctor Gustavo Sosa, con él empezamos a trabajar en el 2011”.
En ese sentido, describió los objetivos de Inbioar: “Somos una empresa de investigación y desarrollo, entonces abarcamos desde ir a buscar las plantas al campo, preparar extractos, y ese extracto, que es una especie de jugo, lo probamos después para ver si puede servir como herbicida o para otro tipo de aplicación pesticida”.
Asimismo, detalló que se encuentran trabajando en nuevos ingredientes activos que sirvan como herbicidas o pesticidas, ya que hay una fuerte demanda a las empresas que producen productos para el agro, y también de los productores orgánicos debido a que no hay muchas opciones para que puedan aplicar al cultivo. Y aclaró que la demanda tiene que ver, entre otras cosas con la resistencia que varias especies tanto de malezas como de insectos, desarrollaron a los productos que se venían usando. “Se busca que los ingredientes activos nuevos tengan modos de acción distintos”, simplificó.
Sobre su labor, la profesional subrayó: “Nosotros optamos por buscar en las plantas, porque tienen diversidad química más grande y según la región y las condiciones en que crezca, tiene la capacidad de producir compuestos que tienen distintos efectos biológicos, estamos más familiarizados con el uso medicinal de las plantas pero también se pueden usar en otras áreas como el agro”.
Respecto a la evaluación de los productos en el exterior, manifestó: “A finales del año pasado, teníamos un convenio con una empresa del exterior, transferimos tres prototipos para que los evalúen y esperamos tener resultados en los próximos meses para ver si pudieron verificar la eficacia que nosotros verificamos en Argentina”.
Por otra parte destacó que no es común que a estos proyectos lo lleven adelante empresas, sino que lo hacen grupos académicos, en ese sentido enfatizó: “Está habiendo una apertura a grupos inversores, quiero rescatar eso, somos un ejemplo aunque sea muy chiquito, de que la ciencia y la investigación puede ser un negocio y traer ganancias económicas y formar recursos humanos en la región”.