En medio de las complejidades que trajo aparejada la pandemia, Valentina González se prepara para nuevos desafíos con la celeste y blanca. Luego de atravesar una dura lesión, la jugadora de Alba fue preseleccionada por la FIBA América de cara a las clasificatorias para el mundial de Hungría 2021. “La vida me da una segunda oportunidad”, confió en IRE. 

En junio del año pasado, la macielense sufrió una rotura de ligamentos disputando el torneo provincial, quedando así, fuera del proceso de selección para conformar el plantel nacional. Sin embargo, gracias al acompañamiento de sus cercanos, su voluntad y su pasión por el deporte, logró recuperarse, superar todos los obstáculos y ya se encuentra entrenando de cara a nuevos compromisos con el seleccionado argentino U18.

La competencia sería en Colombia, en el mes de diciembre, pero por el momento restan ultimar detalles. Mientras aguardan definiciones claras en la agenda del seleccionado, las jugadoras se preparan desde sus hogares, con un entrenamiento coordinado a través de videollamadas y, en el caso de Valentina, con algunas actividades en el Club Alba, respetando todas las medidas preventivas.

“No se sabe nada, estamos en la incertidumbre. Pero siempre para adelante, tratando de mejorar, para estar bien preparada si llega el momento”, confió Valentina en diálogo con IRE y añadió que hace más de un año que no disputa partidos, por lo que el regreso a las canchas será un gran desafío, sobre todo defendiendo la camiseta de la selección.

“Hace varios años que vengo en el básquet y este año parada, sin jugar ya es raro. No es lo mismo, extraño el ritmo”, resumió Valentina, que hoy forma parte del conjunto femenino del Club Alba Argentina. En la región también jugó para Sportivo Belgrano de Oliveros y puede presumir de una serie de importantes logros como ser campeona nacional.

En esta nueva convocatoria, compartirá plantel con amistades de la provincia y de todas partes del país. “Somos 30 chicas, la mayoría estuvimos el año pasado y nos conocemos, siempre hemos compartido torneos. Tenemos buena relación, la pasamos muy bien”, comentó.

En el marco de los nuevos desafíos con la convocatoria enfatizó: “Me sorprendió mucho. Al venir de la lesión super dura, no me lo esperaba. Me da más ganas de seguir entrenando y ponerme todavía más las pilas. Me llenó de ganas”. 

En ese sentido, concluyó: “La vida me da una segunda oportunidad”. En tanto aguarda con todas las expectativas en dejar todo en la cancha para, junto a la selección, poder lograr la clasificación a Hungría. “Es un sueño, es lo máximo para un jugador”, enfatizó.

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