Horas de incertidumbre y desesperación debieron padecer un jubilado de Maciel y su familia cuando días atrás, esperaron durante 15 horas una ambulancia. El hombre, paciente de riesgo por comorbilidades y por su edad, tenía diagnóstico positivo para covid y su cuadro era poco favorable. Ahora se encuentra internado en la ciudad de Santa Fe.
En diálogo con IRE, Silvana Chochoy confió que su padre estuvo cinco días con un cuadro febril y tras un primer hisopado que dio negativo, se sometió a otro que confirmó la enfermedad. Su estado de salud siguió empeorando con los días, al punto de presentar principios de neumonía y saturar poco oxígeno en sangre.
Tras consulta con los profesionales, recomendaron su inmediato traslado, pero allí comenzó la odisea. En principio no consiguieron que la ambulancia de Barrancas realice el traslado, tampoco la de Gálvez o Maciel, por no ser considerado “un cuadro crítico o de urgencia”, según confió la vecina.
En ese sentido, Silvana explicó: “Él no tenía un cuadro avanzado. El cardiólogo nos había dicho que no podía caer en una deficiencia respiratoria, porque le iba a costar mucho salir de un cuadro avanzado de neumonía. Por eso, apenas hubo una deficiencia, empezamos a movernos”.
Mientras aguardaban la confirmación del traslado, por al menos una hora, les informaron que habían conseguido una cama de internación en el Instituto del Diagnóstico en la ciudad de Santa Fe y que a través de la obra social, habían solicitado una ambulancia de Buenos Aires, pero que tardaría entre cinco o seis horas.
En medio de la incertidumbre y la desesperación, volvieron a comunicarse en reiteradas ocasiones con el personal de salud, porque la unidad de traslado aún no llegaba. Finalmente el vehículo sanitario terminó llegando 15 horas más tarde de lo que le habían anunciado: desde las 11 horas del domingo, hasta las 2 de la madrugada del lunes.
“Fueron 15 horas de angustia, de bronca, de impotencia. No pueden dejar a una persona así, tirada y con ánimos que se venían al piso, porque mi papá empezó a bajonearse. Fue muy duro”, manifestó la vecina totalmente indignada por el periplo que debieron atravesar.
Asimismo, sostuvo: “Fue desastroso. Más días en mi casa, con fiebre, no lo podíamos tener. Necesitaba asistencia médica y nadie se acercaba a verlo. Era necesario que esté controlado por un médico y no por mi mamá o por mi”.
Ya en el nosocomio santafesino, quedó en terapia y con asistencia respiratoria, porque no saturaba buen oxígeno en sangre, tenía una infección en el pulmón y problemas renales. De acuerdo al último parte médico “está respirando por sus propios medios. No necesita oxígeno asistido, está saturando bien. Continúa la infección en los pulmones y el problema renal ya no estaría”, confió la hija del hombre.
“En nuestro caso, gracias a Dios pudimos acceder a practicarle dos hisopados, contar con movilidad propia para llevarlo a Barrancas, comprarle el oxímetro para controlar que no entre a una neumonía avanzada, sino no sé cómo la contaba. Tenemos la fe de que se llegó a tiempo. Otras personas te la traen en un cajón lamentablemente, porque ya lo llevan con una neumonía avanzada”, finalizó la vecina.