Las políticas nacionales en relación al precio del petroleo y la disparada del dolar pusieron en jaque a las estaciones de servicio de bandera blanca. El grupo Prialis pertenece a ese sector y en comunicación con IRÉ evalúa la crisis que atraviesa el país y el sector: afirma que el combustible debería costar un 20 por ciento más. No obstante, se mostró prudente y optimista.

Roberto Prialis es dueño del Grupo Prialis, una empresa que no sólo abastece de lubricantes y neumáticos a la provincia de Santa Fe y aledañas si no que también comercializa combustibles. Pertenecen al sector de estaciones de servicios de bandera blanca y con 45 empleados plantea con una mirada regional la situación del sector y cómo enfrentan los aumentos internacionales del crudo. 

Un punto álgido son las consecuencias de la crisis cambiaria, en ese sentido el empresario afirmó que “sin dudas los vaivenes económicos internacionales afectan a la región. Al comercializar un producto, como el combustible, sujeto a los precios extranjeros y que dejó de ser subsidiado por el estado nacional los cambios que debemos asimilar son muchos”. Aún así expresó que “el precio del combustible tendría que ser mayor”. 

Las estaciones de servicios del Grupo Prialis pertenecen al grupo de las llamadas “blancas” en venta al publico y asumismo proveen combustible de otras marcas al sector. El director reconoció un agravante: “Para que la crisis no sea aún mayor, el gobierno nacional realizó un convenio con compañias petroleras para que el precio del crudo no vaya al mismo nivel que el dolar. Si eso pasa y se cobra por la tarifa real, la crisis económica se agudizaría.” 

En ese contexto destacó el número real de lo que se debería pagar en las estaciones de servicios: “El aumento en el combustible debería ser casi del 20 por ciento. Nosotros absorvemos ese aumento porque el cliente observa el precio y busca hasta la mínima diferencia. Si lo cobramos más el cliente no compra más y el efecto dominó sería peor.” 

La empresa macielense cumplio la semana pasada 38 años, Prialis destacó que no es la primera vez que deben hacerle frente a una crisis: “Un vaivén fuerte fue luego de la devaluación en el año 2002. Veníamos de la decada del ’90, con los precios liberados y manejados por la oferta y la demanda, con el precio del peso igualado al del dolar, podíamos sostenernos mejor porque la demanda era mucha y vendíamos buena calidad. Fue una crisis larga pero pudimos superarla.” 

Sobre la realidad actual, con las dificultades del rubro, prefirió llevarle tranquilidad a las familias: “Hemos pasado por crisis peores que la actual en nuestra historia y nunca entendimos al trabajador como variable de ajuste. Nunca recortamos los puestos de trabajo. No veo posible desafectar a gente capacitada. La solución es enfocar el rumbo todos juntos y mejorar.”

A pesar de ver que la historia puede llegar a repetirse Prialis afirma que: “Nos queda un camino largo por recorrer pero dentro de toda crisis hay oportunidades, debemos verla. Debemos cuidar hasta el minimo error y ser eficientes”.