El caso de la nena de 9 años de Los Molinos, que denuncia acoso a través de la red social Facebook alarmó a la comunidad y pone el foco de atención en los adultos. En dialogo con IRE, Arístides Álvarez, director del Instituto Superior Particular Incorporado Nº 9045 Zona Oeste, de Rosario y activo estudioso de las nuevas tecnologías, dijo que el peligro en las redes sociales existía y estaba a la vista. “El anonimato que permite el uso de una red social conlleva a que personas que no tiene buenas intenciones cometan esta clase de acosos que pueden terminar mal”, determinó.
En este sentido, Álvarez sostuvo que un niño de 8 0 9 años de edad no debería tener una cuenta en Facebook. “Facebook, en un principio, se pensó para jóvenes mayores de 18 años y luego, se bajó a 13. Pero la realidad es que los chicos se inician en Facebook a los 8, 9 años con la anuencia de los padres que, para hacerles la cuenta a sus hijos, mienten en edad y números de documentos entre otras cosas. Pero por otra parte, me parece bien, tomando el caso de la nena de Los Molinos, que la mamá, que aceptó que ella tenga su cuenta, haya tenido precaución de ver con quién dialogaba”, expresó y seguidamente agregó: “Lo aconsejable es que no usen la tecnología pero la realidad es que sí la usan. Entonces, miremos con quién hablan y ganémonos la confianza de ellos para que nos cuenten con quién charlan. No es necesario para relacionarse, tener facebook. Los amigos hay que hacerlos en la vida real”.
Y nuevamente, hizo un llamado de atención a los papás. “Si vos te vas a dormir y tu hijo sigue con la computadora prendida, prestá atención, eso no es bueno”, indicó, porque además de no saber qué esta haciendo, Arístides Álavarez señaló que esa conducta repercute en la escuela; el nene que se acuesta tarde, no duerme bien o está mucho tiempo usando la tecnología baja el rendimiento.
Como medidas preventivas, indicó que no había que compartir direcciones ni número de documentos entre otros datos personales, no informar si te vas a ausentar de casa o si vas a salir de vacaciones. Y sobre todo, usar la cámara sólo con personas que uno conoce, nunca con extraños. “La pedofilia mueve millones de dólares, es un negocio al mismo nivel del narcotráfico y de la venta de armas. Aunque no creamos hay muchos adultos pervertidos que disfrutan con imágenes de menores. Siempre le digo a mis alumnos, ustedes le mandan una foto desnudos a una novia/o o a alguien que quieren, si en el medio esa foto la capturó alguién, fue a parar a internet y está en manos de 2.500 millones de usuarios. Y hay muchos adultos pervertidos, enfermos”.
Desde el año 2008, el Grooming está tipificado en el Código Penal, y a partir de 2013 penaliza con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años a todo adulto que se contacte con un menor y lo acose. “Esta pena en realidad es mínima y no termina siendo efectiva porque muchas veces los jueces dictaminan penas por la mitad de la máxima pero es un avance y permite crear antecedentes. Más allá de la pena hay que trabajar en la prevención, en el diálogo. Porque estos sujetos hacen una ingenieria social para ganarse la amistad de nuestros niños”.