Una vez más, el Club Alba Argentina de Maciel ha sufrido las consecuencias del paso de la tormenta. Afortunadamente, la última fue la más leve de las tres que ocurrieron durante el mando de la actual comisión directiva.
Si bien los daños fueron considerables, no se comparan con lo sucedido en febrero pasado cuando el temporal ocasionó grandes destrozos en la institución. Esta vez, las ramas de los frondozos árboles fueron quebradas por el accionar del viento cayendo algunas sobre el alambrado de los campos de juegos y otras, volaron por el predio.
“Lo que sentí desde el trayecto de mi casa hasta el club fue indescriptible; viaje con el corazón en la boca porque no sabía que podría haber pasado. Por suerte esta fue mucha más leve”, expresó Cesar Morante, Presidente de la institución albista esta mañana en diálogo con IRE, ya un poco más aliviado luego de lo que fue el disgusto en la madrugada de este lunes.
Para no sentir “el corazón en la boca” cada vez que ocurre un fuerte fenómenos meteorológico, Morante indicó que estaban evaluando la posibilidad de realizar una poda con colaboración gubernamental, ya que el club no puede afrontar los gastos que implica ese trabajo.
“Hubiese sido una lástima que la tormenta haga destrozos en nuestras instalaciones porque tenemos un verano con muchas actividades recreativas en el club. Gracias a Dios hemos logrado que la gente concurra, que se acerque, que el club tenga movimiento y queremos sumar más disciplinas para el próximo año”, expresó.