Los vecinos de Barrio San Cayetano mostraron su preocupación ante la falta de circulación del transporte escolar. Con el inicio de clases y la comuna ya intervenida decidieron juntar firmas y en pocos días alcanzaron las 600 que fueron recibidas por mesa de entrada en la sede institucional. Finalmente, en la última semana de abril se reestablecerá el servicio. Provincia articulará los medios necesarios para que contraten el colectivo del club Maciel por tres meses, hasta encontrar una respuesta definitiva.

Con la definición institucional y la llegada de Mario Drovetta los vecinos confían en reordenar su vida habitual y uno de los pendientes, desde hace unos meses, es el funcionamiento del transporte escolar para los chicos que viven en las afueras del casco urbano, sobre todo en Barrio Frigorífico.

Un grupo de papás comenzaron con la iniciativa de juntar firmas, pusieron la invitación en redes sociales y dejaron planillas en negocios. A los pocos días la voluntad general quedó manifiesta: 600 vecinos requirieron una pronta solución. Una vez que el pedido ingresó por mesa de entrada en la sede institucional, el interventor recibió a representantes y se comprometió en encontrar una alternativa.

Siguiendo el recorrido minucioso, las planillas se sumaron a un pedido y terminaron en el escritorio del ministro de Gobierno, Pablo Farías, quien con el expediente en manos, se comprometió en adjudicar los fondos para alquilar el colectivo del club Maciel para responder a la contingencia. Cabe destacar, que desde el organismo, le confiaron a IRE que la resolución será provisoria hasta que tomen una decisión definitiva.

En el repaso histórico, el servicio fue incorporado en 1974 por Bernardino Roque Lamboglia y en 2001 Ramón Humberto Lamboglia lo convirtió en gratuito. Funcionó hasta la presidencia de Pedro Tobozo, cuando dejó de recorrer la localidad por encontrarse la unidad con serios problemas estructurales, trasladados a inconvenientes en seguridad.

Con el correr de los años, el paso de la unidad de traslado se volvió habitual para las familias, sobre todo contemplando que los establecimientos educativos se encuentran en la zona central del casco urbano, quedando a kilómetros de las familias que habitan los sectores más lejanos. En el mismo contexto, los niños se habituaron y compartieron por años la espera y el recorrido para cumplir con la educación obligatoria.  

Sintiéndolo como la pérdida de un derecho adquirido desde barrio San Cayetano le expusieron minuciosamente la situación a Drovetta quien encontró una rápida salida y finalmente, con las últimas gestiones confirmadas la comuna retomará el servicio.

Cabe reiterar que abordan alternativas para resolverlo de manera definitiva aunque prefirieron no precisarlas por el momento. La última semana de abril, ya funcionará con normalidad.