La decisión del colectivo de mujeres actrices de hacer un escrache a un actor acusado, también en la justicia, de cometer un abuso a una menor de edad en el marco de una gira dejó en evidencia un planteo que atravesó al país. Pero más allá de las posturas que produjo, impulsó a muchas mujeres que padecieron acosos a que evidencien lo sucedido. En Maciel hubo ayer al menos tres casos.  

Las denuncias públicas son de las más variadas, pero más allá de las circunstancias a todas las une el mismo apoyo colectivo. Otras cientos de personas comentan, comparten y reaccionan ante la exposición de situaciones traumáticas contadas en primera persona.

Delfina narró una situación intrafamiliar. Un acoso que recibió por parte del hijo de la pareja de su papá, que en ese entonces vivían en la misma casa. Detalló el miedo, los cuestionamientos que recibió, el maltrato y la mano guía de su abuela materna que la acompañó y recibió en el volver a empezar. 

Sol describió un episodio después de salír a bailar donde un hombre la tocó sin su contentimiento: “Claro que no fue la primera vez que alguien me toco el culo, pero a el le vi la cara y se reía, como si lo que había terminado de hacer era gracioso. Este tipo de pibes se escuda con su borrachera para cometer abusos constantemente sobre nuestros cuerpos”.

Marina apuntó a una pareja a la que luego de mucho tiempo pudo denunciar pero en ese entonces no pasó nada: “Tenía 16 años cuando empezó todo. Primero eran amenazas, luego hubo golpes, cuando decía que no, igual me tomaba a la fuerza para penetrarme. Todos me señalaban, tenía miedo, sentía mucha vergüenza, rabia, impotencia quería que alguien me escuche, sólo unos pocos me creyeron”.   

Son algunas de las historias de tantas que se mezclan en angustias, en silencios, en miedo. El planteo nacional, el nuevo paradigma de la mirada desde y hacia la mujer, provocó una ola de historias guardadas en lo más profundo. Que dolían constantemente, que estaban ahí, pero que la mirada del otro no permitía salir a la luz. Una mirada construida a razón de parametros culturales que ya comenzó a transformarse. Hoy hay más herramientas: si sufris acosos, no estas sola. Si necesitas ayuda, no estas sola.