En la recta final de este atípico 2020, el coral de Maciel tuvo este sábado su última presentación en la Parroquia San Francisco de Asís, para despedir un año lleno de desafíos y de intenso trabajo. “Fue muy emocionante y de muy buen nivel”, describió el director.
El coral se formó con integrantes del pueblo y la región en el mes de marzo, pero los primeros encuentros se vieron interrumpidos por el aislamiento obligatorio y luego debieron adaptar la metodología de ensayos durante casi la mitad del año.
En diálogo con IRE, el director Javier Miglione confió: “Fue un desafío enorme, porque fue un año completamente atípico para el coro. Habíamos pactado una metodología de ensayos que en menos de una semana tuvimos que cambiarla”.
Las alternativas no tardaron en llegar y de manera coordinada, continuaron ejerciendo el trabajo vocal. Así, en el marco del 210° aniversario de la Revolución de Mayo, hicieron la primera presentación virtual, con una excelente interpretación del himno.
Ya en julio se dieron los primeros encuentros, con presencia reducida y bajo protocolos. Con el correr de los meses llegó la posibilidad de, con lo trabajado, hacer el cierre en la Parroquia San Francisco de Asís.
“El concierto funcionó muy bien. El coro respondió bárbaro, lo cual me da una alegría enorme, saber que la gente subió al escenario, tomó coraje y cantó de esa manera, cantaron muy lindo. Fue muy emocionante y de muy buen nivel”, expresó Miglione.
En ese sentido, agregó: “El arte es una manera de liberar lo que uno tiene adentro. A lo largo de la historia, en momentos de opresión, siempre hubo grandes manifestaciones artísticas. Este caso fue lo mismo, con la posibilidad de expresarse y de liberarnos un poco”.
“El coro es una sociedad, un grupo de amigos al cual yo me incorporé y ya me siento parte. Es muy lindo sumarse a un grupo así, donde la gente se alegra con las alegrías de los demás, fue muy gratificante”, finalizó.