Mucho más de lo que se ve. Historias entrecruzadas, necesidades desoídas, intereses, papeles y gestiones truncas. El viernes el predio del frigorífico volvió a encender más que las sirenas de policía que lo recorrieron. Dos familias más se instalaron, y en total suman seis con quince niños. Hubo un intento de desalojo y un compromiso oficial de rever la situación social de los involucrados, todos de la localidad.
En diálogo con IRE, María José Nicolini, la primera en instalarse hace tres años y medio, expresó: “Fue una gran lucha, fui a la comuna cuando estaba el señor Marucco, le pedí un terreno y me decía que no había. Después cuando asumió el doctor Ramella, también le dije que necesitaba un terreno para vivir con mis hijos, y me decía que no había. Lo que me daba bronca es que llegaba gente del norte y le daban casas, y a nosotros que somos de Maciel, no nos daban nada”.
En una oportunidad, asegura la vecina, se encadenó en la comuna con sus hijos reclamando que necesitaba un hogar, en consecuencia de ello las autoridades le dijeron que no podían hacer nada al respecto, en ese contexto, subrayó: “Les dije que me iba a hacer un rancho en el frigorífico que hace años está abandonado y no me acuerdo bien quién fue pero uno me dijo ‘si tenes los huevos bien puestos hacetelo’, yo le dije que por mis hijos lo hacía”.
Y agregó: “Cuando lo hicimos, a la noche llega la policía, un hombre dueño de una agencia de autos y el señor Varela, quien supuestamente es el dueño, me decían que era privado, fue una situación fea porque venían patrulleros a cada rato, encima estaba sola, hoy no tengo miedo porque ya pase la situación pero me da temor por mis primas, que las voy a defender a muerte. Cuando yo me metí acá me dijeron que vaya a la radio de Maciel, fui al otro día, me llevaron a una habitación, me dijeron que me daban veinte mil pesos, un grupo electrógeno, y que me arreglaban donde está el canal para que vaya a vivir, yo les dije que no”.
Por su parte otra vecina, comentó: “Llame al doctor Drovetta (actual interventor) para informarle lo que pasaba, lo único que me dijo es que nos tranquilicemos, que no hagamos nada, que la policía tenía que estar porque no se podía seguir sumando gente, le preguntamos por una solución y dijo que no puede hacer mucho porque hace quince días que recién se metió, que no sabía que había gente viviendo acá, y que iba a tomar cartas en el asunto”.
Son seis familias en total las que se encuentran viviendo en el predio, todos son de la localidad de Maciel, hubo dos que se sumaron estos últimos días, Julia Caceres, es integrante de una de ellas y comentó: “Yo fui la última que me puse acá, vino la policía y nos estuvieron haciendo preguntas, fue feo porque mi nene se asustó, y el jefe me decía que yo lo hacía llorar como para que no me saquen pero el nene estaba asustado porque habían salido con escopetas en mano, entraron nos enfocaron con luces, y estuvieron como hasta las cinco de la mañana”.
En cuanto al por qué tomaron la determinación de instalarse allí, la vecina sostuvo: “Yo tengo un nene de 9 y uno de 14. Estaba en una casa prestada, tuve problemas con mi familia empecé a mudarme casa por casa, y ahora me instale acá para poder estar con mis hijos acá, como vi que hacían casas aproveche yo también, y estamos esperando a ver qué pasa”.
Otra de las vecinas que se sumó este último viernes explicó: “A la mañana apareció la policía, nos pidieron los datos de los chicos y de nosotros, después a la tarde nos dijeron que no podíamos agrandar más, que dejemos como estaba. Nos hablaron bien, nos explicaron que era ilegal meterse, yo le explique que estuve viviendo 5 años atrás de mi suegra, tuvimos unos problemas, hablé con la asistente social, me dijo que me iban a ayudar pero nunca pasó nada, entonces no me quedó otra porque me separe y no tenía donde ir, tengo un hijo de 3 años y otro de 2”.
“En cuanto a los vecinos de Maciel queremos decirles que lo hacemos para darle un hogar a nuestros hijos, no lo hacemos porque nos guste”, concluyeron las vecinas.